Despido procedente

El final de las clases nunca había tenido un final tan inesperado y tan grato.

  • Aquí tiene su carta de despido y el finiquito, consulte con sus abogados pero que sepa que va más de lo que corresponde, no queremos que se haga publicidad de este asunto por ninguna de las dos partes, me dijo la directora de estudios.

Cogí el sobre y salí del despacho pensando como me había encontrado en esa situación, no hacía ni dos meses yo era un profesor de natación en un prestigioso colegio de las afueras de Madrid, soltero y poco vividor mi C.V. pareció encajarles cuando me contrataron para...

Oferta de ADSL en dirección equivocada

Un triste vendedor quiere hacer una oferta de una línea de ADSL en una nueva dirección

  • Silencio perro, no quiero que abras la boca.

Una fusta cruzó el aire y estalló contra el culo dejando una marca roja casi sangrante, colocado sobre el potro con las piernas abiertas y atado en sus extremidades apenas pudo gemir lastimosamente al sentir el ardor que le producía la punta de cuero cada vez que chocaba con su piel. Un arnés en su boca con una enorme bola roja no le permitía cerrar la boca aunque aquello no era lo pero, un caperuzón negro como si de una ave de presa se tratase le cubría...

El ojo discreto

Cómo una pantalla puede unir dos cuerpos en una comunión de caricia y placer.

Llovía copiosamente y la tarde estaba siendo un verdadero tedio, la televisión ofrecía la misma porquería de costumbre de que si Pepito se ha acostado con Menganita o si Fulanita le gustaban más las mujeres que los gatos de angora y por hacer algo distinto me fui a mi habitación y conecté mi ordenador, muchos de mis contactos aparecían en línea y yo estaba conectado pero sin aparecer como conectado y tampoco tenía muchas ganas de hablar, confieso que tampoco estaba muy “caliente” por lo que empecé a brujule...

Una morena y una rúbia, hijas del pueblo de Madrid

Nada mejor que un encuentro fugaz en una cervecería para olvidarte de tu jefe.

Gloria me llamó al salir de su reunión con el cerdo de su jefe, un hombre con síndrome de Peter Pan sin ninguna clase por mucho traje de Armani que vistiese y que desde que descubrió que éramos lesbianas no dejaba de tirarle los tejos a mi novia y a mi.

  • Hola cariño, ésperame en Santa Bárbara, necesito algo bonito y dulce ahora mismo para quitarme esta mala leche de encima, ¿puedes?

  • Si claro, voy para allá en 10 minutos, le dije.

Venía con un humor de camionero y aunque muchos tópicos d...

La terapia del doctor Seltzer

Nuevas terapias hospitalarias versus los viejos mirones.

En el ala de comatosos del hospital de Eibar se estaba poniendo en práctica las revolucionarias técnicas del doctor alemán Seltzer en un intento de sacar de un eterno sueño a los pacientes allí internados, al principio no gozó del apoyo de familiares de los enfermos ni de algunos colegas pero el neurólogo de Castro que allí estaba quiso hacer algo por aquellos pobres cuerpo postrados en camas de forma indefinida y como los familiares realmente no pensaban en absoluto en sus propios enfermos pues decidió seg...

Soledad y celos en una clínica

Una dermatóloga descubre que los celos pueden saltar las barrera de las especias

Baldomero acudió al dermatólogo de urgencias, esa dermatitis en su pene no era normal, y esperaba sentado con el número 17 de esa mañana, había salido temprano del pueblo para que no tuviese que esperar demasiado y aguardaba nervioso entre los pacientes del hospital de Guadalajara.

  • Sr. García, Baldomero García, al consultorio 4, dijo una enfermera morena muy delgadita pero de bonitas figuras.

Baldomero se levantó y se encaminó hacia la consulta con paso firme pero temeroso.

Buenos días B...

La habitación 111

Sorpresas en las páginas de contacto, nada ni nadie es lo que parece, un cazador cazado.

¡Tienes un mail¡ decía mi pantalla.

Que curiosos somos los hombres, no llevaba ni un mes apuntado en esa página de contactos muy conocida y una mujer se había decidido a escribirme, pues vaya, después de todo ese tiempo y todos los mails que yo mandé sin respuesta no pude reprimirme en responder, lo primero que hice fue leer detenidamente su perfil y parecía muy seductor, ella era una mujer extrajera que vivía en España, más o menos de mi estatura y confesaba que con algunos kilitos, admito que eso me...

Arena de playa

Porqué la arena de playa no tiene tanto glamour como parece

Había reservado una habitación en cierto hotel de Sancti Petri para descansar unos días del final de julio con la esperanza que siendo de la capital no encontraría a nadie conocido y poder desenganchar al menos unos días y efectivamente así fue, pues la primera semana pude perderme por la playas de caños con el culo al aire poniéndome moreno hasta en las partes que la sombra habita.

Pasados justos ocho días me encontré en la heladería a una vieja conocida de estudios y me invitó a una fiesta, ya podei...