Tu sabor en mi boca, el olvido en tus manos.

Prosa quizás poética. Una despedida, un amor fogoso y viajero. Placeres íntimos, dulzura desmesurada. Cadencia orgásmica, desde las lágrimas de mi sexo. (Este relato puede no ser lo que estás buscando, te invito a que te animes a acompañarme)

Me acerco los dedos de mi mano para olerlos, mirandome al espejo antes de lavarme la cara. Es uno de los placeres de arrancar el día con vos: cada poro de mi cuerpo huele a tu sexo. Tengo tu sabor aún en la boca y te elijo cada mañana como desayuno.

Me doy vuelta mientras sonrío, recordando que seguís ahí mientras yo volaba en el disfrute de inhalar con profundidad tus huellas en mi. Estás acostada, con el pelo revuelto. No querés que corra las cortinas aún, el sol debe esperarte. Nos gustaría que llu...