Un paseo por el ajusco
Una nueva experiencia con su fiel pastor alemán Darky.
Al escribir estas líneas escurren por mis piernas, delgadas gotas de dulce esperma que mi amante depositó momentos antes en mí.
Tan sólo me cubre una batita ligera que me llega arriba de las rodillas. Mis medias preferidas terminaron hechas jirones por sus garras. Ya antes me habían advertido al respecto que le pusiera unas calcetas o algo que lo impidiera, mas es en vano, pues por no atárselas con cinta adhesiva, cosa que se me hace muy cruel, al final logra quitárselas.
La verdad me encanta se...