Tantra en la discoteca
Gema me vuelve loco, esta vez en una discoteca.
Gema era maravillosa, desde aquel encuentro en la oficina estos se habían, multiplicado, por muchos motivos decidimos que nadie se enterara de lo nuestro, era nuestro secreto .
El sexo se convirtió en nuestra actividad preferida en las horas de trabajo, al mediodía la gente del departamento se marchaba a comer y en cuanto el ultimo de los compañeros salía, me deslizaba de puntillas hasta su mesa y me sacaba la polla ella, me miraba con ojos de picara y se la metía entera en la boca mientras, l...