¿Me invitas?

Fantasías en mi cocina pensando en tu verga parada e inalcanzable que está a unas cuadras. ***nueva versión con más detalles y más morbo, porque no les había contado todo…***

Querido Mariano,

Somos dos terribles, no sé quién es el peor. Cuando tenemos sexo, es una sinfonía internacional de la arrechura. Tenemos hazañas particularmente notables cuyos recuerdos siguen alimentando mis fantasías, años después.

Hasta ahora, no creo que hayamos conseguido vernos sin terminar tirando. Excepto esta vez en la cual había decidido que no nos tocaríamos cuando te susurraba cosas obscenas mientras nos masturbábamos. Había sido tan rico ver cómo reaccionabas a lo que te decía…  Se...

Autopista

Estábamos en su carro y no podíamos aguantar las ganas que nos teníamos. Estaba decidida a jugar con su deliciosa frustración y satisfacerme mientras él manejaba, y más...

AUTOPISTA

Y tú, ¿ya tuviste un orgasmo a 130 km/h?

Lo estaba provocando. Era claro que no.

Estábamos en el camino de regreso, avanzando en una autopista del Norte de Francia, después de un día de visita turística.

Lo conocía desde mi primer año de universidad, era uno de estos famosos “amigo de amigo”. Por casualidad, nos habíamos vuelto a encontrar hacía un mes, en un voluntariado de arqueología, y ocupaba desde entonces la mayoría de mis pensamientos. Había alimentado mis fant...

Siracusa (parte 2)

La narradora recuerda un fin de semana en Sicilia con dos amigos. Programa sin mucho turismo : pura arrechura y algo más que amistad. A lo largo del relato aparecen sus pensamientos en cursiva...

Me dejé caer de costadito, con una sonrisa beata. El rubio, que seguía muy excitado, no me dejó tiempo para recuperarme de la rica tormenta mojada que acababa de pasar entre mis piernas y se subió encima de mí. Me abrió las piernas y me volvió a penetrar de golpe, llenándome de nuevo con su verga, más dura que nunca, con movimientos de cadera enérgicos y rápidos. Su frente estaba pegada a la mía, mi lengua jugaba con la suya, lamiéndose con besos líquidos, apenas escondidos por la cortina ligera de sus rizo...

Siracusa (parte 1)

La narradora recuerda un fin de semana en Sicilia con dos amigos. Programa sin mucho turismo : pura arrechura y algo más que amistad. A lo largo del relato aparecen sus pensamientos en cursiva...

Había sido un largo e intenso día. Insomnio, avión, reencuentro, besos, drogas, sexo, alcohol y amistad. ¿Qué otro hubiera podido esperar de un fin de semana con el barbudo?

Vamos por partes. Al cuarto de hora después de haberlo encontrado en su hotel, ya estábamos tirando, morbosos y sonrientes. Todo lo que había pasado en nuestras vidas respectivas durante este año no nos había quitado ni un gramo de la arrechura que compartimos.

Me preocupaba el rubio que le acompañaba para el viaje, aunque t...

Tres idiomas y tres lenguas

Mi eterno compañero con quien comparto la obsesión por el sexo me visita en Francia y solo pensamos en una cosa: integrar a mi novio en nuestras deliciosas depravaciones.

Trilingüe. Idiomas y lenguas, así nos vamos a mezclar.

Tengo planeada una triangulación perfecta. Yo te voy a hablar castellano, tú le hablarás en alemán y él me hablará en francés.

Ya me masturbé varias veces imaginando todas las posibilidades que tendríamos. No te puedes imaginar lo rico que me vine y cuánto morbo me dan ustedes juntos.

Me avisaste pocos días antes. “¿Estás en Paris? Ya. Voy para allá la próxima semana.”

Mientras te ayudaba a conseguir un departamento barato para u...

Llegué a las 3

Hoy voy a ceder a la obsesión y ser infiel, será la ultima vez. Llegaré a tu casa a las 3.

Llegué a las 3. Como acordado.

Tenía la tarde para acabar con eso.

Te había dicho que prefería que sea así, sin trago, listos, para estar plenamente conscientes de lo que íbamos a hacer. Quería que cada milímetro de mi cuerpo y que cada rincón de mí mente lo sienta y lo disfrute.

Subiendo las escaleras ya no sabía si era una solución, una buena o una tremenda mala idea. Lo habías aceptado así, de repente también querías terminar con la fantasía.

Se había vuelto insoportable la obsesi...