El macho hetero y la crossdresser adolescente

Estaba en busca de nuevas experiencias sexuales y así fue que conocí a Cristan, un jovencito al que le gustaba vestirse de chica y renunciar por completo a su masculinidad de nacimiento acostándose con hombres bien machos masculinos.

A medida que subía el ascensor la ansiedad me consumía por dentro. Hacía mucho que no me sentía así. Tenía 38 años y ya estaba bastante, quizás demasiado, experimentado en el sexo, pero esa noche iba a probar algo nuevo. Esa noche iba a consumar una fantasía que había empezado a vagar en mi mente hacía unos diez años y con el tiempo se había hecho cada vez más fuerte hasta sentir que me invadía por completo y no me dejaba llevar a cabo mi vida cotidiana. Esta fantasía era la de follarme a un chico.

To...

La porrista virgen

Historia de mi orgiástico debut sexual con parte del equipo de fútbol americano el día de mi cumpleaños.

Me crié en Estados Unidos, pues mis padres tuvieron que mudarse por trabajo. Las conversaciones de este relato ocurrieron en inglés, pero para que sean entendibles las he puesto en español.

Desde muy pequeña, creo que con apenas 6 años, ya sentía cierta incomodidad con mi género, pero era demasiado pequeña como para saber o siquiera entender qué es el género. Me sucedía que no me sentía atraída hacia las típicas actividades masculinas o no compartía los mismos gustos que mis compañeros varones. Por el...

La necesidad me hizo mujer (Capítulo 2)

Una vez terminada la noche de fantasía me tocaba volver a la realidad en la que yo vivía como un chico. Esto generaría una serie de conflictos en mí que me harían volver a los brazos de Manuel en busca de consuelo.

Este relato es el segundo capítulo del relato La necesidad me hizo mujer

Tan pronto como Manuel me dejo en mi casa, toda esa alegría y esperanza de un futuro prometedor se desvaneció. Entrar en mi casa y dejarme ver por mis padres todo vestido de chica me llenó de vergüenza. Había sido una noche de fantasía con Manuel, ahora era tiempo de volver a la realidad. Dejé el sobre con el dinero sobre una mesa y me fui corriendo a esconderme en mi cuarte sin siquiera decirles “hola”.

Me desvestí l...

La necesidad me hizo mujer

Tenía apenas 18 años cuando me convertí en objeto de deseo de Manuel, un hombre adinerado cuya fortuna podía ayudar mucho a mi familia. Todo dependía de mí. Todo lo que tenía que hacer era entregar mi cuerpo y mi voluntad a Manuel.

Hoy en día tengo 27 años y se podría decir que soy una mujer exitosa, pero mi infancia fue muy humilde y hasta mis 18 mi vida iba rumbo a un destino muy distinto. Mi familia siempre había sido pobre. Mi madre trabajaba de empleada doméstica y mi padre hacia trabajos varios pero nunca conseguía nada estable. Por suerte nunca me falto techo y comida, pero las cuentas no siempre daban a pesar del sacrificio que hacían mis padres trabajando.

Yo era de baja estatura, 1,55 m, una característica que había he...

Descubriendo mi verdadero género

Creía que era solo un chico pasivo, pero Lucía, a fuerza de orgasmos, me hizo darme cuenta de que en realidad yo era una chica.

Me encontraba camino a Madrid. En solo unas semanas comenzaría mi primer año en la universidad y mis padres me habían comprado un pequeño departamento cerca de esta ya que vivíamos en un pueblo bastante alejado. Con apenas 18 años estaba ansioso por vivir solo y en una ciudad nueva donde sería totalmente independiente.

El viaje en tren duraba un día, pero decidí tomar un camino largo y visitar una zona turística por un par de días. También serían mis primeras vacaciones solo, pero solo sería una noche...

Del romance a la sodomía

Mi amistad con Cintia parecía destinada a transformarse en un amor romántico. Pero ella, sin buscarlo ni desearlo, despertó en mí deseos salvajes de sodomización y una lujuria anal imparable.

Tenía 21 años y estaba comenzado mi cuarto año en la universidad. Hasta ese entonces había llevado una vida relativamente normal, sobre todo en lo sexual. Había tenido dos noviazgos, uno de un año y otro de un año y medio; y algunas relaciones cortas y encuentros casuales. No más de diez mujeres en mi vida. Llevaba unos meses de soltería y ya extrañaba volver a enamorarme, o quizás enamorarme por primera vez. Mis relaciones habían terminado bien, solo que la pasión se apagó, y me dejó la duda de si realment...