Fin de semana en la quinta
Javier y yo recién comenzamos nuestra relación, y lo que nos falta en palabras, nos sobra en hechos.
Todos los veranos mi amiga suele alquilar una casa con pileta en las afueras de Buenos Aires. El lugar es hermoso, tranquilo, con mucho espacio verde y de un gusto impecable. Como la casa tiene varias habitaciones, es común que ella y su novio nos inviten a pasar un fin de semana, y en esas oportunidades nos la pasamos muy bien. Comemos asado, tomamos fernet, estamos en la pileta hasta bien entrada la noche...
Uno de esos fines de semana arreglamos tres amigas para ir con nuestras parejas a la casa qu...