Una noche cualquiera.
Como una noche de bar puede acabar en otra cosa completamente diferente.
En Madrid es frecuente que cuando hace frio el único plan que se te ocurra es salir a un bar a tomarte unas cervezas, y si siempre frecuentas el mismo local es normal que acabes conociendo a la gente que también suele ir allí.
Hace un par de semanas empezó a venir un chico al que nunca le había visto por el bar, moreno, alto, musculoso, unos preciosos ojos verdes manzana, y un olor a sexo que tiraba de espaldas.
Los primeros días no pasábamos de unas miradas evaluando al otro (cosa que a mí...