Una noche cualquiera.

Como una noche de bar puede acabar en otra cosa completamente diferente.

En Madrid es frecuente que cuando hace frio el único plan que se te ocurra es salir a un bar a tomarte unas cervezas, y si siempre frecuentas el mismo local es normal que acabes conociendo a la gente que también suele ir allí.

Hace un par de semanas empezó a venir un chico al que nunca le había visto por el bar, moreno, alto, musculoso, unos preciosos ojos verdes manzana, y un olor a sexo que tiraba de espaldas.

Los primeros días no pasábamos de unas miradas evaluando al otro (cosa que a mí...

Días grises.

Era un día de esos en los que no apetecía hacer nada más que dormir, ver películas y comer, pero aquel día se iba a convertir en una sesión de sexo intensa.

Era uno de esos días grises y tristes en los que no te apetece hacer nada, en los que solo quieres dormir viendo tu película favorita y cuando te despiertas quieres comer hasta reventar.

Bien, pues yo estaba en esas circunstancias cuando me sonó el móvil, sonreí, era un viejo amigo que conocía de años atrás, con el que siempre me llevé estupendamente, y de vez en cuando nos acostábamos, así que cuando me habló sabía que era lo que quería, y yo también lo quería.

-¿Estás haciendo algo?-

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