El club del -black kiss-
Nadja era todo morbo, pero era su culo lo que me volvía loco...a mí y a todos/as los que lo disfrutamos.
Nadja era todo morbo. Aquella morena te ponía a cien con su cuerpo ya maduro de treinta y cinco años. Su culo era prieto y torneado, sus tetas un poco caídas pero grandes eran de las que me dislocaban, su cintura un poco prominente de las que uno deseaba agarrar con fuerza. Me volvía loco de pasión, sólo verla, sólo imaginarla en la cama me provocaba una erección prolongada.
En el sexo tenía un poder incomparable. Era capaz de terminar con cualquiera y siempre pedía y quería más. Lo mismo podía...