El profesor de dibujo y los hermanos gemelos III

Cuando se descubre la relación incestuosa entre los dos gemelos, Julián decide apoyarles frente a la reacción de sus padres. La de Miguel, el padre, será una reacción inesperada.

Samuel y Álvaro regresaban del chalé de sus amigos Carla y Erick, donde Canelón había ido a parar. No llevaban camisetas ni slips, por lo que, al caminar, las pollas les bamboleaban bajo la tela de los joggers.

El gemelo cachas llevaba en brazos al animal, que había encajado su testuz entre su bíceps y el pecho.

—Se ha quedado sobado —dijo Samuel.

—Se ha montado a las dos hembras como un campeón. El tío se lo merece.

Avanzaron con sus bicicletas entre las irregulares calles asfaltada...

El profesor de dibujo y los hermanos gemelos II

Julián es invitado a pasar el fin de semana con los gemelos y sus padres, pero un imprevisto relacionado con el confinamiento le dejará encerrado con los chicos en el chalé durante unas horas.

A la mañana siguiente, la cordura volvió a mi cabeza. Como fantasía de mi lado oculto, los gemelos eran perfectos. Guapos, jóvenes, descarados, vitales. Habían despertado en mí una curiosidad morbosa, nerviosa, que me hacía vibrar.

Las pajas que les dedicaba lo atestiguaban; no quería pensar en algo real, era una locura.

Por eso acabé ubicándoles en mi mundo de fantasías masturbatorias, donde no me creaban ningún conflicto. Me conformaba con eso.

La semana pasó rápida. La rutina de las cla...

El profe de dibujo y los gemelos I

Cuando descubre la relación incestuosa entre uno de sus alumnos, de diecinueve años, y su hermano gemelo, un profesor de dibujo cuarentón deberá decidir si continua con su vida gris o corre el riesgo de sentirse vivo.

Según la antroposofía, la vida se divide en ciclos de siete años. El mismo año que he cumplido 50, mi esposa me ha dejado, tenemos una pandemia mundial, he vuelto a engordar y he descubierto partes de mi sexualidad que desconocía.

Mi octavo ciclo promete.

Con la pandemia y el primer confinamiento general, la estabilidad que tenía en la academia de pintura se fue al traste.

Me pusieron en un ERTE, que es como un despido temporal. Como la academia era un pequeño negocio de barrio acabaron po...

Machitos del gimnasio (IV)

Dos semanas después, los colegas del gimnasio acuden a la fiesta de ropa interior en un local de ambiente de Valencia. La partida de billar dará mucho juego. Aparecen personajes de otros relatos.

Tras haber pasado la mañana del sábado con Toni, comprando lencería y exhibiendo nuestros músculos por el centro de Valencia con nuestras ropas apretadas, quedamos en que me recogería para ir a la fiesta del Bonernit. Prefería que le acompañara antes que presentarse allí solo. A mí me pareció bien, pero decidí aparcar mi coche cerca, por si en cualquier momento me apetecía irme.

Cuando íbamos en su coche, envié un mensaje a Sento para avisarle de que estábamos de camino.

Por si me ibas a pre...

Machitos del gimnasio (III). Primera Parte.

La historia de los machitos del gimnasio va llegando a su fin. En esta primera parte, el protagonista se reencuentra con los pelirrojos mientras espera la llegada de Toni.

Antes que nada, gracias a todos por los comentarios y los correos. Es un gusto conocer gente tan maja.

Este es el final (creo) de la historia. La he dividido en dos partes debido a su longitud. Espero que la disfrutéis tanto al leerla como yo al escribirla.

Desperté como cada día, a las ocho de la mañana, súper relajado. Había dormido como un bebé después de la experiencia sexual con Sento. De camino al trabajo respondí el mensaje de Toni. Nos citamos a las siete en el gimnasio.

Por...

Machitos del gimnasio (III). Segunda Parte.

El tercer capítulo acaba. Conoceremos cuál es el secreto de Toni.

De nuevo gracias a todos por vuestras valoraciones, mensajes y correos. Y sin más, que lo disfrutéis.

Regresé al despacho, cogí el mando del escritorio y pulsé el botón de apertura.

A medida que la persiana ascendía, iba apareciendo el cuerpo de Toni. Primero, sus zapatillas negras Adidas; luego sus jeans ajustados a las pantorrillas, a sus sólidos muslos y al bulto bajo la cremallera que sobresalía entre ellos.

—Me pillas de milagro —dije—. Anda, entra.

Cuando la persiana metáli...

Machitos del gimnasio (II)

En todos los gimnasios hay cachas a los que les gusta ser vistos. Después del encuentro con Gabriel en la ducha, esto es lo que pasó con Vicente.

El miércoles no fui al gimnasio para que mis músculos descansaran. Volví el jueves, con ganas de reencontrarme con los tres mazaos hasta la hora de cierre, ahora con más confianza después de lo que sucedió en la ducha con Gabriel.

Llegué sobre las ocho. En el vestuario, me puse un chándal corto, una camiseta blanca Adidas y mi gorra.

Me los encontré a los tres en la sala de máquinas. A juzgar por lo sudados que iban, debían de llevar bastante rato.

Gabi vino a saludarme en cuanto me vio. ...

Machitos del gimnasio

En todos los gimnasios hay machitos de esos morbosos que se dejan ver y se demoran demasiado en los vestuarios.

Mi gimnasio no suele ser frecuentado por “machirulos”, ya sabes, cachas de esos que se pasan las sesiones mirándose en los espejos, excitándose con sus propios músculos, pavoneándose por las dependencias para que todos se los coman con la mirada. Por eso me llamó la atención descubrir que tres de ellos, a cual más morboso, se quedaran a menudo haciendo sus rutinas hasta última hora. Eran auténticos chulitos que, pensaba yo, no entenderían el chiste más malo, pero con unos cuerpos de brutos impresionantes. S...

Cogiendo confianza con mi hermano y su ligue (I)

Un gordito pajillero adquiere confianza. Lo coloco en esta categoría por el personaje principal, aunque tiene un poco de voyeurisno y autosatisfacción. Segundo relato que dedico a gorditos y gorditas. Porque os lo merecéis, porque estáis para comeros enteritos/as.

Tengo dos hermanos mayores. Con uno, el mediano, no tengo relación porque se fue de casa al cumplir los dieciocho. Con Lucas, el mayor, siempre me he llevado bien aunque no hemos tenido una relación muy profunda. Sin embargo, me he pegado unas buenas corridas gracias a él.

Yo soy Rubén, el pequeño de los tres.

Cuando esto pasó yo tenía veintiuno y Lucas veintiocho.

No es que estuviera secretamente enamorado de él ni mucho menos. De hecho, no soy gay. Me gustan las mujeres. Me gustaría algú...

Cogiendo confianza con mi hermano y su ligue (II)

El gordito vive una gran experiencia. Lo coloco en esta categoría por el personaje principal, aunque tiene un poco de autosatisfacción y tríos. Final del segundo relato que dedico a gorditos/as y culones/as. Porque os lo merecéis, porque estáis para comeros.

Cuando llegué a casa, me quité el slip, que estaba pringado de mi corrida, y lo tiré al cubo de la ropa sucia, poniendo algunas camisetas encima para ocultarlo. Me acosté pensando en la conversación que íbamos a tener por la mañana, porque no me iba a librar de ella.

Para mi sorpresa, la charla se demoró unos días. La abuela falleció, por lo que las dos hermanas se marcharon unos días al pueblo. Además de asistir al sepelio, debían arreglar papeleo familiar. Cuando volvieron había pasado una semana. ...