Un monte explorado por pocos.

Después de una noche de alcohol y baile es momento de dormir para que al despertar empiece la verdadera diversión con su líquido transparente que seduce mi boca.

Mi reloj marcaba 4:55am. Después de una noche-madrugada llena de baile, risas, alcohol y cigarrillos, decidimos que era momento de ir a casa. Así que emprendimos el camino hacia la suya. Íbamos somnolientas, listas para caer como piedras en la cama. Más batallamos en llegar que en dejarnos llevar por Morfeo.

El sol empezaba a posar sus rayos por la ventana, lo que me hizo abrir los ojos, pesados aún. Aunado a eso, esa sensación fastidiosa que delata la ingesta excesiva de alcohol y te hace pararte sí...

Café con leche

Un destino cruzado por una mudanza. Dos chicas que se mueren por pertenecer a la vida de la otra y un abandono forzado.

-¡Cuánto rui…do…!.

Ni bien terminaba la frase cuando me cayó el peso de los recuerdos. Nuevamente una fría mañana, nuevamente vecinos, nuevamente ruidos… Ruidos que recorren mi ser, erizan mi piel, aceleran mi corazón, y sobre todo, desentierran recuerdos que mi alma mantiene en anestesia general. Recuerdos que empiezan a bombardearme, cual campo minado. Detonando uno tras otro. Recordándome que el tiempo no nos hace olvidar, solo nos ayuda a maquillar las memorias, protegiéndonos del bombardeo. Los r...