Terrible perdición

Pensamientos de una noche de verano.

Cada noche terminaba pensando en ella. Desde que la conocí por primera vez, supe que me atraía de una forma poco usual para mi. Pero, empecemos por el principio.

Desde hace un par de años, estudio en la universidad, allí, como cualquier estudiante, suelo hacer mi vida diaria. Tuve la suerte de hacer un grupo de amistades sólido, en el que el buen rollo se notaba cada día. Así fue como la conocí a ella, la chica que sería mi perdición.

Nuestra amistad ha pasado por algunas etapas extrañas. A vece...

Te siento

Sentimientos encontrados.

Te siento tan cerca,

que tu aire me resulta embriagador.

Te noto, a tan poca distancia,

que tus labios son el tesoro pirata,

en mi mar de sensaciones.

Quisiera tocarte,

con la delicadeza de una pluma.

Quisiera acariciarte,

con las ganas y pasión

del avivado fuego de mi alma.

Y así,

lento, preciso y claro,

dejar salir esta lujuria.

Y así,

erótico y embriagador,

me perderé por tu cuerpo.

Tus curvas, serán mi cielo....

No perderé el tiempo

Una de tantas poesías.

No. No perderé el tiempo de nuevo,

porque ya sé lo que es eso.

Cada día,

con la compañía de los atardeceres,

recuerdo tanto, que no puedo evitarlo.

Porque es tu nombre,

el que susurra el viento a su paso.

Porque es de ti,

de quien hablan las estrellas cuando las veo.

Un adiós, de tantos que nos hemos dicho,

tan agridulce,

tan antipático,

que me cuesta hasta mencionarlo.

Y cómo olvidarte,

si contigo tenía un idioma y ahora, ...

No me despiertes.

Una de tantas poesías.

Te acariciaré,

para estremecer mis sentidos.

Y, mientras tu piel se adapta,

será mi mano la que tome el poder.

Tu cuerpo será el barco que aborde con las ganas de un marinero ante la mar.

Sí, mi sirena.

Serás mi oasis de playa desierta,

¡sedúceme con tu amor!

¡sedúceme con tus caderas!

Que yo te recorreré entera.

Navegaré usando mi lengua,

bajando sin cesar el ritmo,

mi reina

Y gritarás, hasta que no puedas más.

Porque oirte...

Detente

Una de tantas letras.

Detente. Por favor.

Para por un momento

y recuerda aquella noche.

Tantos recuerdos,

tantos besos,

que sólo la brisa otoñal

puede acariciarte con la dulzura y pasión

que mis dedos ejercían por tu cuerpo.

Aquí, recordándote sigo.

Porque cuando veo la Luna,

me acuerdo de ti,

de tus gritos,

llenos de suspiros.

De tus instintos,

dejándose llevar

por los míos.

Y cómo no,

este frío me transporta al momento

t...

Olvidemos

Un poema como otro cualquiera.

Olvidemos que alguna vez nuestras sonrisas escondían parte de deseo.

Intentemos olvidar que muchas veces las noches

se hacían cortas,

los días cómplices de placer

y las tardes precursoras de fantasías.

Dejemos vagando esos recuerdos

de pasión,

donde éramos uno,

donde éramos tú y yo.

Dejemos por ahí esos momentos,

de recorrer tu cuerpo.

De oír tus ganas

y sentir tu anhelo.

Sigamos olvidando,

para no recordar cuando las mirada...

Me declaro culpable

Uno de tantos poemas.

¡Oh, corazón de hielo!

aquí estoy escribiéndote,

en letras de otoño,

con color de verano

y amor de primavera.

Fíjate en lo que fuimos,

y reconocerás de lo que hablo.

Fíjate en lo que somos,

y comprenderás el dolor de habernos separado.

Pero, todo ocurre por algo,

aunque por dentro,

el corazón queme,

y la pasión dure.

Tan curioso y loco es el amor

que en algún momento,

me unió a ti.

...

Aquí me tienes

Una poesía no tan erótica.

Aquí me tienes,

en una de esas mañanas,

recordándote.

Aquí estoy,

suspirando como la última vez.

Pensando en las madrugadas compartidas

y en esas tardes de risas.

Porque eres tú,

porque es nuestro

y en el recuerdo sé que te quiero.

Eres aquel amor imposible,

hermoso y prohibido,

que a veces me ahoga

y otras me salva,

en la amargura del olvido.

Espérame, te grito.

No te olvides de lo que fue,

te suplico.

Porque es mejor olvidar el pasado...

Ven. O mejor, quédate.

Este es un micropoema creado para plasmar un cachito de arte erótico.

Permíteme el consuelo de tu piel,

bajo mi cuerpo.

De tu cuello,

firme y recto.

Tú, siendo mi peligrosa tentación.

Resiste como hasta ahora.

Sin que el mundo sepa nuestro secreto.

Ven. O mejor,

aléjate,

donde no pueda embriagarme de ti.

Donde unos labios,

como los tuyos, no me inciten al pecado nocturno,

de los gritos de placer.

Vete, no vuelvas si me vas a enloquecer.

Huye, antes de que yo ya esté tras...

Seguiré

Sólo nota el deseo de las letras (y comenta si crees que sea necesario)

Y seguiré deseando tu cuerpo,

como el viento a cada brisa.

Para amarlo y

entre deseos,

mimarlo.

Así, entre suaves caricias incontrolables,

que se note.

Que se vea esa llama a causa de la chispa de tu mirada.

Y encender el fuego en la cama

para que sean las sábanas cómplices de nuestras aventuras.

Aquellas que en silencio son un aclamo

a la certeza de la magia

que me das en cada hechizo de tus labios.

Grít...