Otro día con mi electro-masajeador de clítoris (2)

Ayer pasé todo el día en la oficina utilizando el maravilloso aparatito. Empiezo de descubrir mi aspecto de ninfómana.

Otro día con mi electro-masajeador de clítoris. (2)

Por Bajos Instintos 4. bajosinstintos4@hotmail.com

El primer día con el electro-estimulador de clítoris, casi me resultó catastrófico. El objetivo confeso del aparatito es mejorar la circulación en la zona. Aunque yo lo había adquirido con propósitos un poco menos confesables. Lo que más me sedujo fue la idea de estar recibiendo durante toda la jornada un delicioso masaje íntimo. Cada masaje tiene...

Otro día con mi electro-masajeador de clítoris (1)

Compré un aparatito para superar la frigidez. Pero yo nunca fuí frígida. Solo quería unos mimitos íntimos, para pasar un día más divertido.

Otro día con mi electro-masajeador de clítoris. (1)

Por Bajos Instintos 4. bajosinstintos4@hotmail.com

Imagina un cinturón de cuero muy ancho, lo bastante como para fijarse sin deslizamientos a tu cintura, una vez ajustado con sus correderas.

Eso es lo hallé dentro de la caja que me habían enviado, sin rótulos, cumpliendo con la "absoluta discreción" prometida en el aviso.

Y una tira para conectarla a la parte delantera del cinturón, pa...

Demasiado tímida para oponerme (2)

Cuando se va mi marido, don Francisco viene y se abusa de mí. Todos los días. Y no es el único. Pero es contra mi volundad, así que yo no me considero infiel.

Demasiado tímida para oponerme (2). Por Bajos Instintos 4

bajosinstintos@hotmail.com

Capítulo 1. Don Francisco, ese viejo abusador.

A mi me cuesta mucho resistirme a los hombres apasionados. Odio la infidelidad y jamás le he sido infiel a mi marido. Al menos voluntariamente. Aunque he tenido que sufrir algunos atropellos de parte de otros hombres. Y ahí no se que hacer, no se como evitar que me falten el respeto. Por eso ayer por la mañana, despu...

Demasiado tímida para oponerme (1)

Soy una mujer muy fiel a mi marido, que es el único hombre que amo. Pero suelo dejarme avasallar muy seguido por otros hombres, que se abusan de mi timidez. Yo ¿qué culpa tengo?

Demasiado tímida para oponerme (1). Por Bajos Instintos 4

Despedí a mi marido con un beso. Y me iba a volver a la cama cuando sonó el timbre de la puerta. Suspirando resignada, me puse el desavillée y fui a atender. Era el viejo del segundo. Tenía la misma expresión de sátiro desenfadado que lucía siempre que tocaba a mi puerta. Ya sabía a lo que venía, inútil resistirme.

Desde la primera vez en que me hizo suya lamiendo mis intimidades supe que no tenía caso oponerle resistencia. Así q...