Mi querido diario, un dia mas
Y por fin he sentido su voz. Una voz fuerte, masculina, algo ronca, rotunda. Me invita a bailar, mas que una invitacion es una orden. Pero su mano ya es mi dueña.
Lo he visto. Esta noche, fuimos a la presentacion de un nuevo local en la ciudad. Mi marido insistio en que lo acompañase. Elegi un vestido de seda negro, es de esos vestidos "batitas" que son completamente abiertos, cruzados que suelen cerrarse con un lazo. En el caso de mi vestido, con un broche en la cintura. Dejando una abertura entre las piernas. Esta vez, no llevaba nada de ropa interior, ni tan solo las medias.
Cuando llegamos, mi marido a comenzado una de sus aburridas charlas con un gru...