Tus labios en mis piernas

Hoy mientras me vestía luego de un regaderazo mañanero para terminar de despertar, me observaba frente al espejo, me sentía atractiva, me gustaba la tonalidad de mi piel haciendo juego con el tono de mi blusa. Pensaba en el juego de colores y texturas de mi ropa interior y me sentía sensual.

Tus labios en mis piernas

Qué delicia es recordar tus manos recorriendo mis piernas… me gustan mis piernas y me encantaba sentir tus manos acariciándolas. Últimamente te he recordado mucho, no sé con precisión por qué o qué me ha llevado a invocarte desde los recuerdos más profundos en mi corazón.

Recuerdo esa sensación de tus brazos rodear mi cintura, es tan rica esa sensación de caber en tus brazos, de sentirme en tu pecho, recargarme ahí y sentir una deliciosa paz, una deliciosa sensación...

Mi cielo con tus besos

Poco a poco nuestros labios se reconocieron, se gustaron, se disfrutaron. Así, conocí tu lengua, cómo olvidar aquel beso intenso y precipitado, aquella despedida en la ventanilla de mi auto en que, sin duda, fue el beso más intenso que he vivido

Tu boca siempre ha sido un placer aparte. Cómo olvidar esa primera vez en la que temerosa huía de tus labios, quizá porque sabía que probarlos sería una perdición, quizá porque presentía que una vez probándolos se convertirían en un vicio. Esa tarde, ese encuentro tan especial, que pasó de lo planeado a lo inverosímil, donde el rumiar historias nos llevó a inventar una nueva, donde tus labios buscaban los míos y yo con más temor que con deseo intentaba evadirlos.

Sí, tu boca ha sido un placer. Superad...