Su culo y su voluntad, al fin míos
El tiempo y el dinero hicieron que finalmente se cumplieran mis sueños.
A cada embestida hundía mi polla un poco más en su culo. Procuraba que cada golpe de cadera avanzase más dentro. Me gustaba sentir en cada empujón el roce completo alrededor de mi rabo. Notar cómo el mete y saca es completo en cada recorrido. Agarrando bien las caderas con ella colocada a cuatro patas porque esa postura permite un perfecto dominio de la situación y desde esa posición privilegiada voy eligiendo la velocidad, la intensidad y la profundidad de cada penetración.
Pero a ese momento no se...