Situaciones Inesperadas (Parte V)
Al cielo no se va solo al morir...
No podía dejar a la pobre Silvia pidiendo más allí y no hacer algo al respecto. Aproveché que Elvia salió del cuarto para volver a situarme donde estaba porque ¡Demonios! Vaya que si me gustaba hacerle el sexo oral a una mujer. No sabría decir quien lo disfruta más, si ellas o yo.
Pero esta vez lo hice penetrándola y era lo que ella estaba esperando que yo hiciera. Mis dedos entraron en su vagina con facilidad y su cuerpo se agitaba con mis movimientos. Solo escuchaba sus susurros atrevidos y desesper...