Compañeros de piso

Dos viejas amigas dispuestas a consolarse en un mal momento, con la compañía inesperada de otro compañero de piso.

Compartía el piso con dos compañeros, Carla y Luis. Nosotras éramos amigas desde la infancia, los sabíamos todo la una de la otra, compartíamos nuestras alegrías y sinsabores, nos alegrábamos cuando la otra conseguía un buen ligue y nos consolábamos cuando los amoríos no funcionaban. Luis era un par de años mayor que nosotras y de alguna manera nos había adoptado al aceptarnos para repartir los gastos del piso.

Nos llevábamos muy bien los tres, tanto, que alguna vez, cuando necesitábamos olvidar...