Aprendo a comportarme a la fuerza...

Este relato se basa en una falta de respeto hacia mi amo y tuvo sus consecuencias. Máxima humillación, vejación y dolor. Como el me dijo: lo hago por tu bien...

-Haz la maleta que nos vamos.

-Pero donde?

-No preguntes, harás y dirás lo que yo te diga. Llévate el plug, el arnés, la fusta y el cinturón. Ponte un vestido con cremallera y no lleves nada de ropa interior.

Te quiero lista para las 17h de la tarde.

-Pero me puedes decir dónde vamos?!!

-No!

(Cuelgas el teléfono)

Empiezo a prepararme todo con sumo cuidado para no olvidarme de nada, me llevo otro par de zapatos, toallitas, aceite, lubricante y crema. Empiezo a tembla...

La aldea árabe

Una historia de dominación, humillación y excitante que no dejará indiferente a nadie.

La Aldea Árabe

Era un día de invierno, a -3 grados el frío era espantoso, secaba la cara quemaba en los labios horrible pero ellos nos sacaban a pasear igualmente. Aquí todo eran familias árabes y cada familia disponía de una perra, todas mujeres de raza blanca, pero de todas partes del mundo, chinas, inglesas, españolas de todo. Alguna de aquellas mujeres eran de un nivel adquisitivo bastante alto pero en la calle, todas éramos perras. A los señores de las casas les gusta sacarnos a pasear presumie...

Mi primera playa nudista

Un encuentro un tanto placentero y espontaneo.

Siempre había deseado ir a una playa nudista, pero nunca me había atrevido porque ningún amigo o amiga quería venir. Así que un sábado, prontito por la mañana, decidí ir yo sola. Me había informado donde estaban las playas nudistas en la costa mediterránea, y cuando me decidí por una, subí a mi coche, cargué en el maletero una toalla, algo de crema protectora y una mochila para guardar mi ropa, y allí que me fui.

Al cabo de hora y media de carretera, por fin llegué a mi destino. Aparqué delante de un ca...

Carla y yo

Un día fuera de lo cotidiano

Había sido un día muy duro en el trabajo, aunque las cosas habían salido genial. Mi amiga Carla y yo habíamos cerrado un buen acuerdo comercial. No había sido fácil y conseguirlo nos hacía sentir muy satisfechas. Era momento de celebrarlo. Carla me dijo que porque no íbamos a tomar una copa en un ‘after work’ de moda. La idea sonaba bastante bien, así podíamos desconectar y hablar de cosas de mujeres.

Llevaba ya uno año divorciada y prácticamente, salvo aventuras esporádicas, volcaba todo mi tiempo en e...