En la boca del lobo II
El castigo de Kayla.
La luz del sol me molesta. Pongo una mano en mis ojos tratando de apartar esa odiosa claridad de mis ojos y giro mi cuerpo, pero algo duro me impide realizar por completo mi movimiento. Abro un ojo encontrándome con lo que parece ser la tela caoba de un sofá.
¿Y mi cama?
Flashes de un hombre tocándome, acariciándome, mordiéndome y penetrándome hacen que despierte por completo. No estoy en casa. Pero al parecer tampoco estoy en esa fría habitación.
Me levanto observando detenidamente a mí...