Fantasía caribeña

Una noche, en un bellos lugar...

Fantasía caribeña

Caminaba por la playa de mis más exóticos sueños

Era una noche calurosa.

El cielo estrellado, la luna en lo alto.

Una leve brisa aliviaba la transpiración de mi cuerpo.

Mí vestido blanco se pegaba a mi piel, dejando traslucir lo único que llevo debajo: una cadena de plata con la inicial de mi nombre.

El agua parece deliciosa. Me desnudo, la soledad del lugar me permite hacerlo.

Así, sin más, como vine al mundo, me meto en el mar caribeño. E...

Uno

poesia para dos...

UNO

Si una noche la soledad invade tu corazón,

y tu alma se siente vacía.

Si deseas calmar esa angustia que oprime tu pecho,

sólo sal y mira el cielo,

la luna y las estrellas estarán allí para unirnos.

Mira la luna, la preferida de los enamorados por su pureza y belleza.

Obsérvala atentamente, contén el aliento, quédate quieto; ( tanto, que puedas sentir el rotar de la Tierra...)

ella unirá tu pensamiento con el mío, y así seremos uno.

Y ...

Piel con piel....

El encuentro de dos seres...

Piel con piel

Nuestros cuerpos se estremecen

Y de pronto todo el deseo aparece.

Se abre como capullo de rosa

Mientras nuestras pieles se tocan.

Tus besos encienden el calor de mi ser

Mis manos acarician el rincón más oscuro,

Y nuestros vientres estallan de placer,

Gozo infinito y del más puro.

El deseo toca a mi puerta

Tú tienes la llave para abrirla,

Entonces poco a poco me penetras,

La felicidad, una vez más,...

Curiosidad

Un extraño encuentro con la realidad...

Curiosidad

Volvía a casa luego de dejarla a ella en la suya.

Me esperaba una noche tranquila. Estaría solo hasta el día siguiente.

La anoche amenazaba lluvia y no que equivoqué; apenas cerrada la puerta, sano y salvo dentro, se desata la tormenta.

No prendo luces, no las necesito. Conozco cada rincón de la casa como mi mano.

Está caluroso.

Tirado en la cama, tan cansado del día, ni siquiera la deshago. Sólo atino a desnudarme. Dudo en dejarme los boxers. Pero mi...

Apenas entré al cuarto

Joven descubriendo nuevos placeres...

Apenas entré al cuarto pude percibir la esencia de su ser.

Eran palpables cada uno de los sentimientos que cruzaban por su alma: miedo, vergüenza, timidez, pero también mucha curiosidad; Y fue está ultima la que me convenció de seguir adelante.

Estaba acostada en el lado derecho de la cama. Varios almohadones le hacían de respaldo y de protectores a la vez.

Tenia una terrible cara de nena. Pero aparentaba varios años menos de los que en verdad tenia.

De piel tostada, todavía podí...