Lo peor de la noche suele ser la mañana

La vanidad a veces se paga caro. Una chica paga el precio dos veces en la misma noche.

Erika está sentada, en una callejuela indecente, un día domingo a las 9 y algo de la mañana. Tiene las manos sobre su rostro, y llora desconsoladamente. Nadie pasa aun por la calle, pero el sol empieza a salir, de modo que muy pronto ella quedará expuesta ante las miradas de quien pase por ahí. Quisiera no estar ahí, que se la tragara la tierra, cualquier cosa pero no estar ahí tirada. Pero no es posible y, sin ganas de moverse, se pone de pie y camina hacia su casa, pensando en que no quiere encontra...

La mujer del lanzador de cuchillos

ADVERTENCIA: Este cuento NO contiene escenas de sexo explícito. Jijiji

Gloria tiene veintitrés años, y está casada hace cinco. Su marido, Bruno, es lanzador de cuchillos hace ya mucho tiempo. Aprendió ese oficio de su padre, cuando era un muchacho, y ha paseado por ferias y pueblos haciendo demostraciones de su arte.

Se conocieron hace algún tiempo, y se enamoraron repentinamente, como hacen los jóvenes. Ella lo siguió en la vida nómade de los artistas de circo: lo amó desde el principio, y no pensó en penurias ni sacrificios. Sólo pensó en su sonrisa altiva de gra...

La secretaria nueva

Todas las empresas tienen formas especiales de acoger a sus nuevos empleados. Esta también.

Hoy llegué más temprano que nadie a la oficina. Traigo el uniforme nuevo para Sandra, la chica que hoy empieza a trabajar como secretaria. Estoy contento de haberla contratado: tiene un sólido curriculum y muy buenas recomendaciones, que comprobé personalmente. Nos hace falta una funcionaria eficiente y trabajadora, que coordine las labores de nuestra oficina, que no son pocas.

Pero no fue eso lo que más me interesó de Sandra. Secretarias eficientes hay muchas, pero ella es una muchacha delicios...

La hija del verdugo

ella es una muchacha inocente, que no sabe lo que le sucederá cuando visite a su padre, en la cárcel...

LA HIJA DEL VERDUGO

Cristina –aunque todos le dicen Cris- es una muchachita preciosa. Tiene 16 años y es encantadora, como las mañanas de la primavera. Su pelo, castaño, le avanza libremente sobre la espalda y la fina cintura, que termina en unas caderas alegres, de hembrita feroz, y unas hermosas y torneadas piernas. Tiene –a juicio de algunos- unos pechos soberbios, pero es su sonrisa la que hace que los transeúntes se den vuelta a mirarla. Es una sonrisa que ilumina las avenidas, que hace bai...