Mi ex recluso
A veces El amor llega cuando menos lo deseamos, pero también a veces el regalo de tanto amor y placer no hace pagar un alto precio y de la manera menos esperada.
Gracias a una nueva ley de Amnistía, se emitió un perdón a todos los presos que cumplían delitos menores, se les había otorgado una libertad condicional monitoreada, a lo que muchos ciudadanos vimos con buenos ojos, pero jamás imaginamos que la situación se volvería un problema en la ciudad.
Tengo 30 años y soy un abogado criminalista, soy soltero y vivo en un barrio de clase Media Alta al Oeste de la ciudad. Después de una larga relación que me había dejado cansado y lastimado, había jurado jamás vo...