Y la final me cansé
Estaba harta de ser virgen, pero afortunadamente mi querido Khan no tuvo reparos en ayudarme a dejar de serlo...
Estaba harta. Tener 19 años y seguir siendo virgen se me hacía un total suplicio. Sabía que no era precisamente una top-model, y que mi generoso trasero y mis muslos grandes no jugaban en mi favor, pero ya me había cansado de tanto masturbarme. Y en eso me iba a ayudar Khan, el doberman que mis padres me habían regalado al cumplir los 15.
Había visto y leído todo lo habido y por haber sobre zoofilia, pues al paso que iba en mi relación con los chicos la consideraba ya mi única salida, pero no ha...