Día tres. La perdición
6:00 como cada día suena el despertador, he de levantarme sin demora me meto en la ducha y me desayuno un café solo, miro el correo por si tengo algún mensaje.
Día tres
6:00 como cada día suena el despertador, he de levantarme sin demora me meto en la ducha y me desayuno un café solo, miro el correo por si tengo algún mensaje.
Me despido de Carmen con un beso mientras duerme y de Lidia (mi hija) con otro beso. La observo en silencio... a sus 16 años está muy buena, en edad folladera, y además ha salido a su madre es guapetona, la veo con su camisola de dormir la tiene bastante subida se le ve el tanga que tiene puesto y eso me produce una ligera...