Otra noche de sabado

Una aburrida noche de sabado puede encerrar muchas sorpresas.

Esta historia empieza como muchas otras en una calurosa y aburrida noche de verano, era el típico sábado en el que todos mi amigos tenían algo que hacer y yo me quedaba en casa perdiendo el tiempo de la mejor forma que se me ocurriese, en este caso chateando en Internet y viendo la televisión a un tiempo, aunque teniendo en cuenta la maravillosa programación a la que nos tienen acostumbrados los sábados veraniegos, la tele no era una buena opción para hacer desaparecer el hastío.

Después de unas...