Marina, la sumisa de su secretario.
Marina, sumisa, tiene un encuentro con su amo en el despacho de su oficina.
Marina era alta y delgada, pero con formas, un culo respingón asomaba bajo su falda negra de lápiz, y dos pechos firmes se dibujaban debajo de su camisa roja, del color del fuego y de sus labios. Llevaba la melena por la mitad de la espalda, larga y ondulada. Se movía por los pasillos de la oficina con descaro a veces, pero siempre con clase, soltura y elegancia, moviendo sus caderas anchas, pero nunca demasiado, y mirando por el rabillo del ojo a sus compañeros, que muchas veces levantaban la cabeza del or...