A orillas del Mekong

Una aventura empresarial lleva a Alberto al otro extremo del mundo; una fiesta en una cabaña y la sonrisa de una chica es suficiente para dejarse llevar.

Mientras avanzaba por el angosto pasillo recordaba las palabras de su jefe: “esos túneles son una fuente inagotable de negocio”. Él se lo había creído por inercia, por tener algo en lo que creer: un nuevo continente, una nueva cultura y una nueva vida a cargo de un resort de lujo. Ahora, unos meses después, ese túnel no le parecía ninguna oportunidad de negocio. No era el primero que visitaba, pero ése era distinto; no estaba ensanchado ni tenía las paredes llenas de carteles en ocho idiomas. Era un túnel a...

El retiro del cobarde (3 y final)

No le diré a nadie que no se lea un relato mío, pero este será mejor si se leen primero las otras dos partes.

VII

No había nada que interpretar. No tenía porque asustarse. Pero cuando Montse vio a ese chico quieto, esperando al final de la escalera mecánica, se sobresaltó. Poca gente viajaba en el metro a esas horas hasta la zona alta de la ciudad y los que lo hacían, se movían con prisas. Con la capucha del jersey puesta y la cabeza gacha, ocultando

su rostro, era imposible que pasara desapercibido. Montse creyó reconocer la sudadera, pero no se detuvo. Aquello no era lo que esperaba.

Así qu...

El retiro del cobarde (2)

Lo que pasa a continuación y la aparición de un nuevo personaje

IV

Aunque la historia que conté a la mesa fue completamente distinta y terminaba en el beso de la discoteca, a oscuras y casi a la fuerza. Aunque ella no negó que me correspondió en el beso. Creí que dar más detalles era vulgar y completamente innecesario. Estaba completamente seguro de que ella prefería que no diera detalles de lo ocurrido en el hotel, aunque en ningún momento la noté nerviosa mientras narraba lo ocurrido. O confiaba en que no lo haría, o le importaba poco si confesaba que nos ha...

El retiro del cobarde

Algo que sentía la necesidad de escribir. No creí que fuera tan dificil hacerlo de nuevo, ni que sintiera tanta responsabilidad al hacerlo. Pero dejarme que os cuente como conocí a una chica en una boda y lo que pasó después

El retiro del cobarde

Asomaba a sus ojos una lágrima

y a mi labio una frase de perdón;

habló el orgullo, se enjugó su llanto

y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella, por otro;

pero, al pensar en nuestro mutuo amor,

yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?

Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?

Gustavo Adolfo Bécquer

I

Cuando vas solo a una boda no puedes evitar sentirte raro. Buscas como sea una mirada amiga que te acoja...

De ilusiones, fantasías y demás realidades (final)

Si no te has leído las otras tres partes o no te han gustado es una completa pérdida de tiempo que leas esta. Sé que eso me hará perder lectores, pero evitará que pierdas 20 minutos

X

Los días como aquellos no pasan, corren. Se te escapan porque si fueras Dios, si pudieses escoger por el mundo escogerías que te pasase justamente lo que te está pasando. No es algo demasiado frecuente, pero cuando sucede, la velocidad del tiempo cambia bruscamente sin necesidad de usar la luz como de excusa como hiciese Einstein en su momento.

Durante esos tres días nos seguimos viendo tanto como podíamos. Aprovechamos cada ocasión que tuvimos para comer juntos, o cenar, o simplemente t...

De ilusiones, fantasias y demás realidades (3)

De nuevo, continuación. No has leído las otras dos partes dudo que pueda interesarte esta.

VII

Estaba encantado de estar con ella. Seguía triste…, algo dentro de mí me impedía disfrutar de aquello, pero Sandra me embriagaba de una manera muy difícil de explicar. Quizá podría con alguna metáfora de luces y sombras, de noches y estrellas, pero no te parecería más que una canción para quinceañeras.

Es posible que solo los adolescentes puedan sentirse como me sentía yo con ella. Ese sentimiento es como un muro que se levanta ante el mundo, que te deja a solas con otra persona en una...

De ilusiones, fantasías y demás realidades (2)

Como habréis adivinado, es la continuación de lo que ya colgué. Si no habéis leido la primera parte no tiene mucho sentido leer esta... Espero que os guste

IV

Fue justamente ahí donde me desperté al día siguiente. En el sofá del salón, en medio de un gran dibujo naranja que hacía el sol al quedar recortado por la ventana. Otro día me habría escondido poniéndome boca abajo o tapándome con un cojín pero no aquel. Aquel día me acosté en la cama porque a mi cabeza no paraban de venir imágenes de una chica preciosa que no dejaba de sonreírme. Me acosté porque quería seguir disfrutando de eso durante tantas horas como fuese posible.

Y así estuve, i...

De ilusiones, fantasías y demás realidades

De lo que pasó un tiempo después de aquel camping en aún no me lo creo.

De ilusiones, fantasías y demás verdades

I

Mucho ha llovido desde entonces (aunque esto sí, ya depende de la provincia). Mi relación con Sonia terminó por lo que terminan todas: ya no queríamos seguir juntos. Se puede disfrazar con unos bonitos cuernos, con rutina o hasta con incompatibilidades varias, pero cuando una relación termina es simplemente porque ya no se quiere seguir con ella. Al menos no de una manera activa.

Cada uno de nosotros lo encajó como pudo. Sonia se lió con un ...