Una de vampiros
La respiración agitada de rubio se veía con claridad y Alice se sentó de nuevo en su asiento con suma calma, mientras pasaba dos de sus dedos por la camisura de sus labios limpiandose los restos de semen y sonrió picaresca.
Kristoff cruzó su mirada con la de una hermosa joven que estaba en la pista de baile, ella le hizo un gesto y él fue a bailar con ella, fue cuando la vio con claridad.
Ella tenía una hermosa cabellera pelirroja, sus ojos eran grandes y verdes. Su cuerpo era perfecto para Kristoff, su cadera daba paso a unas piernas hermosas, su cintura parecía la de una muñequita y su pecho sin ser demasiado grande, ni demasiado pequeño, captó las miradas discretas de Kristoff, cuando al fin estuvieron cara a cara, la...