Rapanui (X: La Espera)
La preparación de las Vírgenes está casi terminada. Pronto tendrá lugar la iniciación. Nuestro protagonista se despide de una de las mujeres que viene a él con el coño aún chorreando semen. Pero le ha reservado el culo y le pide que se la clave por el ano sin piedad.
Por fin concluiría el cautiverio de Tarita junto a las vírgenes de Rapanui. La abstinencia la debe haber tenido desesperada. Nunca habíamos estado separados por más de una semana. Aquella semana que había ido al conti a finiquitar el contrato con que trabajaríamos en Pascua. Cuando regresó, venía con manjares cuyo sabor había olvidado: botellas de fino vino, strudel y otras exquisiteces horneadas por su madre. Componían su equipaje varios litros de pisco sour y algunas decenas de rubias de ojos azules (medi...