Simple historia de una penetración.

Cuenta una noche de una universitaria con un compañero que al final resulta ser un juguetón con la polla muy larga y muchas ganas de partirla en dos.

Voy camino de la universidad, bastante lejos de mi casa como para tener que alquilar un piso de mala muerte en un barrio chungo de la ciudad. Noto las miradas sobre mí cuando camino, aquí es algo normal que de regreso (que ya está oscuro) pase cualquier capullo y te enseñe su micropene ofreciéndote la cena, patético. Repaso los primeros días de universidad, bastantes chicos un dato muy interesante.

Sobre mí diré que tengo novio pero, igual que todo elpueblo sabe, soy una cornuda porque no le dejo que...