Tras cogerme a Candy ella me regenteo
Descubrí que la muy cabrona de Candelaria les cobraba a sus amigas para que me las cogiera. A varias de ellas les di verga por todos lados. Candy se hizo de buena plata y yo me hice aficionado a las mujeres mayores.
Tenía 15 años de edad y por mi condición de deportista poseía un cuerpo fornido; piernas bastante voluminosas, producto de mi herencia genética, y encima jugaba fútbol soccer, de modo que aquel par de "troncos" no pasaban desapercibidos para las mujeres y para alguno que otro homosexual.
Pero esa misma complexión física me hacía ver no como un chico de 15 años sino como un toro de veinte y tantos. A mi lado la mayoría de mis amigos se veían flaquitos lo que provocaba que para las niñas de la pre...