Traicionado y esclavizado FIN
Conclusión de la historia
Emilio no había mentido ni exagerado. Dos días después las noticias comenzaron a propagarse y empezó a sentirse la agitación en las calles. Se supo que el régimen estaba a punto de caer y que lo primero que habían prometido los rebeldes era liberar a los esclavos. David y yo estábamos entusiasmados y aquellos días vimos por primera vez en nuestros compañeros, además de odio y desprecio, una nueva emoción: miedo. Miedo de nosotros, de lo que pudiéramos hacer al volver a ser sus iguales. Fue una sensación rea...