Tren

Volvíamos a Madrid en tren y esto fue lo que ocurrió con el revisor.

El tren era largo. Eso fue lo que pensé mientras caminábamos por el andén hacia el vagón cama. O por lo menos a mi me lo pareció. No estoy acostumbrado a ir en un tren que no sea un Ave así que no puedo juzgar si la longitud era la estándar. El olor del gasóleo, el olor de las personas a las que adelantábamos y esa mezcla de aromas de comida y orina resultaban deprimentes.

Mi jefe, que iba delante de mi tirando de su pequeña maleta, se giró durante un instante para mirarme y sonreír con sorna. Sí, me...