El fantasma de Lilith

Ya no tengo más para contarles, para compartir entre amigos mis secretos. Aqui me despido con un abrazo grande a todos.

El fantasma de Lilith

Se dice que en los cabellos de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo.

¿Por qué su pensamiento se atormenta tanto? El ha pecado, pero ¿cómo controlar el deseo cuando nace espontáneo y salvaje desde el fondo del pensamiento y se extiende por el cuerpo?… Yo estaba sentada al fondo de la Iglesia observándolo arrodillado frente a la Virgen María, seguramente sus rodillas ya estarían húmedas de sangre, porque estaba rezand...

Mi amigo Ricardito

Todavía conservo el perfume de su piel adolescente sobre mi cuerpo. Todavía guardo las impresiones de sus manos sobre mis senos. Todavía tengo grabado su rostro de felicidad cuando me penetraba.

Mi amigo Ricardito

Todo comenzó por casualidad. Me encontraba en mi escritorio respondiendo el correo de los lectores de TR cuando tuve ganas de fumar y el paquete lo había dejado en la cocina. Estaba allí y, sin querer, escuché una conversación entre mi marido y un amigo suyo quien contaba su preocupación por su hijo. El lo sospechaba de masturbarse con la ropa interior de su hermana; mi marido le respondió que a los 15 años era normal y cuando tuviera una noviecita o su primera relación sexual...

El cumpleaños

Mis cumpleaños siempre me llenaron de hastío; en general se repiten con los mismo ritos: flores, cena y regalos utilitarios. Salvo uno que recuerdo con simpatía, mis 28 abriles!

Mi cumpleaños

Cada vez que se aproxima mi cumpleaños me entra una especie de hastío. Algunas veces creí que era por encontrarme lejos de mi familia y de mi país, pero cuando lo pienso bien me doy cuenta que siempre fue así. El de mis 28 años no sería diferente, al menos en esa sensación.

Recuerdo que el día anterior estaba nublado y frío, se sentía el otoño y yo conducía silenciosa la furgoneta de la escuela, mi marido me acompañaba y me miraba de reojo, seguramente me estaba estudia...

Mi película preferida

Todas las mujeres sentimos alguna vez en el cine otra pierna que nos tocaba timidamente. La mayoría retira la pierna, yo tuve curiosidad por saber hasta dónde podía continuar eso.

Mi película favorita:

Esta historia me sucedió en París, cuando habíamos ido de vacaciones por dos semanas con mi marido. Un día estabamos caminando sin ningún plan preciso cuando pasamos frente a un cine y vimos que daban una vieja película que hacía tiempo que él quería ver y que en España se nos había escapado por falta de tiempo; entonces decidimos entrar al cine.

Era una especie de cine club con una sala pequeña y butacas angostas. Yo me senté entre mi marido y otro hombre que no le ha...

Ovarios afiebrados por el sexo

Esta vez la culpa la tienen los lectores que me escribieron. Me hicieron calentar tanto!... Y cuando mis ovarios arden de sexo yo no tengo límites.

Ovarios afiebrados de sexo:

Esta vez, la culpa la tienen los lectores de "Todorelatos.com", esos que me llenaron con preguntas, consejos y que hasta me dejaron la computadora llena de esperma de tanto que me cogieron. Lo cierto es que desde que publiqué mis travesuras de mujer y, con todo que me lo recuerdan a diario, mi cabeza no deja de pensar en sexo, mi sangre bulle como un volcán, mi piel echa chispas cuando la tocan, mi vagina se moja tanto que debo cambiarme la bombacha dos o tres veces a...

Indecencia

Yo tendría que haber pensado que la relación sexual con mi abuelo podría traerme problemas y me cagaron a cintazos!.

Indecencia

¿Me acompañas? Voy a visitar unos amigos que se interesan por el trabajo que estás haciendo en España. Lo dijo con naturalidad y yo salté de contenta mientras mamá nos daba las últimas recomendaciones de no olvidarnos de comprar pan a la vuelta. Jorge era un tío postizo, era amigo de mis padres desde la escuela secundaria y también había sido testigo del casamiento de ellos, era casi como de la familia y nos visitaba sistemáticamente todas las semanas. Jorge vivía en otra ciudad, tení...

Sentidos Inflamados

Los hombres adultos no son una simple fantasía sexual, son instrumentos de placer que me permiten montar al olimpo.

¡Sentidos Inflamados!

Supe que los hombres adultos no eran en mi vida una simple fantasía sexual cuando los jóvenes de mi edad no lograban satisfacerme plenamente en mis deseos carnales. Los septuagenarios tenían la experiencia de toda una vida, pero casi siempre terminaban comportándose como adolescentes ávidos de sexo y con perversiones muchas veces morbosas. Y era justamente esa mezcla de inocencia y perversión que me atraía cada vez más.

Yo debía ir a Buenos Aires por unos trámites d...

Gracias abuelos (2)

Las imágenes que tenía de lo sucedido en la tranquera con mi abuelo, en vez de atenuar mis fantasías y la ebullición de mi sangre, mis deseos se habían agrandado y todo mi cuerpo me solicitaba concluir bien lo que había allí comenzado.

¡Gracias abuelo! (2)

Me desperté mil veces mientras dormía y a la mañana, cuando me levanté, me miré al espejo y sonreí pensando que podía ser un buen día. No estaba dispuesta a regresar a Europa con un fracaso. Además, las imágenes que tenía de lo sucedido en la tranquera con mi abuelo, en vez de atenuar mis fantasías y la ebullición de mi sangre, mis deseos se habían agrandado y todo mi cuerpo me solicitaba concluir bien lo que había allí comenzado. Era un cosquilleo permanente entre mis piern...

Gracias abuelo (1)

Mi abuelo es campesino y pícaro, lo que se dice un viejito verde que me enseñó a manejar el tractor sentada en su falda.

¡Gracias abuelo! (1)

Mi abuelo es campesino y pícaro, lo que se dice "un viejito verde", que me enseñó a manejar el tractor cuando yo tenia 15 años y me hacía sentar en su falda para conducirlo; allí él aprovechaba para acariciarme las piernas y hasta a veces lo hacía con mis senos. Nunca le dije nada porque en el fondo eso también me gustaba, hasta me ponía un short corto para sentir sus caricias directamente sobre mi piel. Pero, aparte de esos toqueteos o de algunas otras caricias como al desc...

Ay... Padrino!...

Desde chica aprendí a fabricar las situaciones, transmitiendo el lenguaje de mi cuerpo sobretodo con los adultos.

¡Ay padrino...!

Pongamos de entrada las cosas en claro, tal vez a mi padrino nunca se le hubiera ocurrido una cosa así, pero al origen fue su culpa. Yo tenía 14 años y vivía en un pueblo de Buenos Aires con mis padres. Un día mi padrino tuvo que venir por cuestión de tramites y como es natural se quedó a dormir en casa. Según la costumbre, para que yo misma eligiera un regalo, fuimos al día siguiente a una galería comercial que se venia de inaugurar. Mientras subíamos por la escalera mecánica él...