Mi cura, mi amante y mi esclavo
Le pedí que me follara delante de todo el seminario.
Me convertí en su amante después del espectáculo que hicimos los cuatro, ya me convertí en su amante y ama.
El cura era mi esclavo., me deseaba cada día más, me esperaba noche y día hasta que yo aparecía con su verga ardiente por fuera de la sotana, me lo imaginaba así caminando por el seminario.
Me proporcionaba cuantas fantasías se me antojaban, y hoy contaré una de ellas.
Mi esclavo era muy maduro, rondaba los 68 años, yo aún con 25 cuando le conocí. Y como siempre me dijo, era s...