Por fin la encontré
En un artículo de revista alguna vez leí que el mejor amante de un hombre es otro hombre, ¿será cierto?
Por fin la encontré
Son ya casi las 10:00 de la noche y como cada viernes llego al motel con Laura. Despacio nos quitamos la ropa en medio de un calor terrible en el cuarto, los besos y las caricias directas casi no me permiten despegarme de ella. Decidido me separo un segundo, enciendo el clima y continuamos en la cama.
Ya desnudos los dos, comienzo a acariciar sus piernas, sus pequeñas y blancas tetas, hasta comenzar a besar su cintura, luego su cadera y por fin los vellitos que coronan...