Pecaminoso y tentador.

Fantasías secretas.

Mordí mi lápiz con nerviosismo, mientras miraba la espalda de el hombre que tenía en frente, David.

Este era mi último año en la universidad y me traía loca desde el comienzo, solo ver ese cuerpo alto y fornido y esa boca exuberante acompañada de esos ojos color miel hacía que mi mente se descontrolara y pensara cosas para nada apropiadas en una clase sobre la biología humana.

En eso pasé todo el día hasta que por fin llegué a mi casa, dejé las llaves sobre la mesa, y fui directo hacia la habita...