Antonia 5

El tito

Me había quedado dormida.

Mi tío me llevó a la habitación, me sentó en la cama y se dirigió a su tocador. Rebuscó por unos minutos y regresó con algo que parecía una cuerda o cuerda roja muy delgada. "Ahora, princesa, voy a atar bien tus piernas, necesito que tus piernas se queden de cierta manera, ¿de acuerdo?" Asentí y dije "está bien tito, confío en ti"

Mi tío me recostó en la cama y comenzó a atar mis piernas. Primero mis tobillos y luego subió hasta que la cuerda me llegó hasta justo por en...

Antonia 4

El matrimonio vecino me invita a su casa.

El señor Charles James, vecino nuestro,  era un maduro atractivo, de unos 55 años, algo fanfarrón, hacía sonar fuerte sus botas al andar. Lucía unas patillas unidas al bigote que le proporcionaban un aire excesivamente formal, tenía un cierto aire  jactancioso y la energía atrevida de un agente de compraventa.

Estaba casado, vivió dos o tres años de la fortuna de su mujer, comiendo bien, levantándose tarde, fumando en grandes pipas de porcelana, y por la noche no regresaba a casa hasta después de habe...

Antonia 3

De jovencita pasé varios años en Londres. Aqui cuento mis primeras impresiones

Gracias por vuestros comentarios y valoraciones en mis dos primeros relatos.

Antonia TR

Aún lo recuerdo como si fuera ayer. Eran los primeros años de este milenio, recién estrenado. Yo cumplí los diecisiete años a principios de aquel 2007. Era una chica morena, y alta, de curvas generosas y grandes senos, que solía ser más condescendiente con los chicos que me rondaban, que con mis compañeras de clase y amigas, a las que siempre consideré excesivamente pazguatas y distinguidas.

No en balde...

Antonia 2

Le cuento a mi esposo una mentira sobre algo que no sucedió, tan solo para excitarle.

Tras una sesión de sexo en grupo en la playa, en la que varios hombres tuvieron sexo a la vez conmigo, delante de mi esposo, José estaba tan excitado por los recuerdos que asaltaban su mente, que me hacía realizarle una felación tras otra. Me obligaba a andar semidesnuda por la casa, sin ropa interior o a salir sin bragas a la calle con él. Creo que el haberme visto  con el pene de otros hombres en la boca le había trastornado y ahora vivía en un estado de permanente excitación.

-Antonia, mi amor- me...

Antonia 1

¿Quieres escuchar? Necesito contar esto a alguien. Compartir este volcán de sensaciones en el que se ha convertido mi vida íntima.

Desnuda en mi cama contemplaba las cortinas mecidas por el aire fresco del amanecer.  Mi esposo desnudo, como yo, dormía profundamente, con su glorioso sexo recostado sobre el muslo.

Quiero a José, mi esposo, llevamos cinco años casados y tenemos un niño de tres.

Me moví con sigilo y recosté mi cabeza sobre su muslo, dejando el extremo del pene muy cerca de mi nariz y mi boca. Una leve caricia con la lengua provocó que mi esposo, a pesar de dormir aún, reaccionase a mis atenciones y comenzase a...