Antonia 5
El tito
Me había quedado dormida.
Mi tío me llevó a la habitación, me sentó en la cama y se dirigió a su tocador. Rebuscó por unos minutos y regresó con algo que parecía una cuerda o cuerda roja muy delgada. "Ahora, princesa, voy a atar bien tus piernas, necesito que tus piernas se queden de cierta manera, ¿de acuerdo?" Asentí y dije "está bien tito, confío en ti"
Mi tío me recostó en la cama y comenzó a atar mis piernas. Primero mis tobillos y luego subió hasta que la cuerda me llegó hasta justo por en...