Las electrocorridas del Señor Paco.
Una enorme corrida de un maduro barrigón, con un especial sistema de masturbación. Al menos para el.
Por aquellos dias ocupaba mi tiempo haciendo pequeños trabajos de carpintería y Electrónica en mi humilde taller, que clandestinamente me había acondicionado en un trastero de mi propiedad, situado en los bajos de mi edificio, aun qué los vecinos sabian que yo lo utilizaba para mi hobby preferido, que no era otro, que el bricolaje.
A ellos no les importaba en absoluto que yo pasase parte del dia allí abajo. Como se encontraba en el segundo sotano, pues por el ruido que pudiese hacer mi sierra electric...