Pagando con el propio cuerpo
El Amo por primera vez decide apoderarse de su puta
Camino de casa mi Amo me obligó a seguirle a cuatro patas yendo detrás de él como una perra obediente y fiel. La gente nos miraba y yo me moría de vergüenza bajo las risas que se echaban las personas al verme y algunos incluso se aninaman a escupir sobre mí y insultarme mientras pasaba pro su lado.
Nada más llegar a casa, me caí al suelo a los pies de mi Amo de modo que mi vestido subió abriéndole la vista a mis orificos en cuyas entradas se podía todavía ver restos de la lafa que no había perdido dej...