Nuestro mundo de orgasmos.

El trasero rojo, la espalda sangrando.

Esta noche será nuestra, hoy sólo existimos tú y yo. Seré tuya, aprovéchate de mí. Cuento los minutos que quedan para sentir el roce de tu piel. Tic tac, tic tac; sólo es cuestión de tiempo. Cada vez falta menos para que me beses con hambre de mí, para que me empujes contra la cama y me arranques la ropa mientras te arden los ojos, tanto que podrías quemarme si quisieras, aunque no serán de fuego las marcas que me dejes.

No puedo esperar más, anhelo tus huellas dactilares grabadas en mi trasero de u...

Cada vez que me haces tuya.

Escalofríos, dominación y obediencia.

Chss, no digas nada. Sólo ven conmigo. No hables, sólo escucha.

Cada vez que me miras, un escalofrío recorre cada milímetro de mi cuerpo. Siento rayos y truenos en mi interior, una tormenta se avecina.

Me intimidas, me das miedo con sólo mirarme. Con esos ojos me confiesas qué me espera. No te hace falta hablar para que yo comprenda que debo ponerme de rodillas ante ti. Sé que me vas a vendar los ojos, te gusta que cada golpe sea inesperado. Me desnudas arrancándome la ropa y me arrastras h...

Tus manos, mi lencería.

Suspiros entre cada golpe, entre cada orgasmo.

Me agarras de la cintura, me acercas contra tu cuerpo y clavas tus labios sobre los míos mientras noto tu erección en mi bajo vientre.

Se me escapa un gemido y noto tu sonrisa sobre mi boca.

Me das la vuelta, pegas tu pecho a mi espalda y empiezas a acariciarme el cuello, suavemente. Yo cierro los ojos en un intento desesperado de controlar la respiración.

Vas deslizando las yemas de tus dedos hacia mis pechos mientras desabrochas los botones de mi camisa, uno a uno. Besos en el cuello al...

Una noche inusual.

Cena sin bragas y sexo dominante.

Anochece. La luna, expectante y más brillante que nunca, ansía tanto como yo verte desde lo alto esperando en mi portal con ese ramo de rosas azules y negras, que sabes que son mis favoritas.

Mientras la hora se acerca, esa luna me contempla delante del espejo, donde se reflejan esos kilitos que me sobran y la celulitis que no tiene prisa por abandonarme. Yo, con una falsa sonrisa de esas que dicen «tranquila, no tiene importancia», aparto todo pensamiento pesimista de mi mente e intento verme gua...

Otra victoria.

Sábado noche, vino, esposas y todo lo que ello conlleva.

Sábado noche. Llegamos a tu casa y, tras cerrar la puerta, me agarras por la cintura, me atraes hacia ti, me apartas el pelo y comienzas al besarme el cuello. De repente me giras bruscamente, me besas con fuerza, apasionadamente, y yo reprimo un gemido en tus labios.

Me coges de la mano y me conduces hacia tu habitación, donde me ordenas que espere de pie, de espaldas a la puerta. Vuelves con dos copas de vino rosado, que sabes que me encanta y me pone un poco cachonda. Te sientas en la cama con una c...