Mi Ginecologa III
Introduje mi lengua en la separación de sus glúteos hasta llegar a su ano, quería ver si era capaz de darme un orgasmo con un rico beso negro y mientras mi lengua humedecía su cerradito trasero tres de mis dedos ya entraban y salían de su vagina haciéndola gemir y quejarse a la vez.
Después de obtener aquel primer orgasmo en mi boca y de haber probado su intimidad, volví a su boca la bese con aun más ganas quería todo de ella esa noche quería poseerla y que cada parte de su cuerpo recordara mi nombre, la bese y acaricie hasta notar de nuevo su excitación muestra de ya haber superado el orgasmo anterior y me dispuse a seguir mi plan y seguir disfrutando de aquella perfecta mujer que Dios puso en mi camino quien sabe con qué fin, pero no estaba en mi en huir de aquel regalo que él dispus...