Ana, una insana adicción. Parte 5

Nunca esperé que todas las cosas se sucedieran tan rápido. Tal vez mi temperamento o mi putería reprimida salía a flote.

Mi corazón dio un vuelco y se aceleró inmediatamente. El chico me gustaba, pero yo acababa de estar con Víctor y me había encantado, no pensaba en nadie más que en él. Recordé, por un momento, la dureza de aquello que había tocado “accidentalmente” con mis nudillos y mi entrepierna se humedeció terriblemente. Me excité. Estaba convirtiéndome una puta deseosa de ser poseída en ese mismo momento. Mis dedos empezaron a teclear el mensaje de texto: “ Sí, acá voy a estar …”. Me arrepentí y lo borré.

M...

Ana, una insana adicción. parte 4

No podía con los demonios de mi carne, deseaba tenerlo y moverse dentro de mí. No podía escapar de mis oscuros y terribles deseos. Ese era el momento, debía tenerlo y dejar que me poseyera.

-          ¿Qué pasó? Le pregunté a Mario, mientras abría la puerta.

-          Perdón, dijo él, buenos días doña Ana, perdón reiteró, es que hablé hace rato con Samuel y le pedí unas cosas y me dijo que están en su cuarto, y no sé si usted me deje revisar para ver si ahí están.

-          ¿Qué cosas? Le pregunté, un poco ansiosa por lo que acababa de pasar con Víctor, pero también, no puedo negarlo, por su presencia.

-          Unos discos de videojuegos que le había prestado y que no me...

Ana, una insana adicción. Parte 3

Ahora era Víctor, el joven hijo del jardinero el que me ponía "mal". Deseosa como estaba di el primer paso.

Nuevamente el oscuro abismo de la soledad me tragaba en sus entrañas. Cada día extrañaba más a mi hijo y Mario no había regresado, ni a comer ni a cenar. Tampoco había llamado. De repente sentía el intenso deseo de verlo y tenerlo cerca, pero hacía todo lo posible para tranquilizarme.

La semana transcurrió en las más oscura y espesa soledad. Tenía dos semanas de vacaciones, ya había trascurrido una y me sentía más sola y triste que nunca. Ahora, aparte de sentirme sola, tenía esa extraña y vacía sensa...

Ana, una insana adicción. parte 2

Mis deseos me quemaban, estaba ansiosa de ser suya. Parecía no importarme que fuera el mejor amigo de mi hijo.

En mi primer relato no vi la necesidad de describirme, sin embargo muchos me lo han preguntado por correo electrónico, por lo que me decidí a hacerlo por acá.

Soy una mujer, puedo decirlo sin tapujos, favorecida, muy favorecida por la naturaleza. Nunca he hecho ejercicio, pero no me ha hecho falta. Mido 1.63, senos 34C, caderas algo amplias, no demasiado, pero si lo suficiente para llamar la atención, pero, definitivamente, lo que más me ayuda es que mi cintura es muy estrecha, siempre he sido acintur...

Ana, una insana adicción. parte 1

El dolor y la tristeza de madre me partían el corazón por la ausencia de mi hijo. Nunca pensé que el mejor de sus amigos estaría ahí, cercano y que, de una manera suave, sin darme cuenta, iba a mitigar profunda y tiernamente mi pesar.

Como ya me sucedía durante varias mañanas, esa no fue la excepción. Me desperté con el vacío en el estómago y en mi corazón, sin ganas de moverme mucho fuera de la cama. Arropé nuevamente mi cuerpo desnudo y decidí cerrar los ojos ante las luces del nuevo día que ya asomaban hacía un buen rato, por las entretelas de mis cortinas. Fue en vano, no tenía sueño, solo era el desgano de seguir adelante. Me inundó la tristeza. Solo habían pasado cuatro días.

Mi nombre es Ana, actualmente cuento con 53 años d...