Sara

Sara luego de un largo día de trabajo se arregla para ir a un "bar" donde conoce a una chica.

Sara había tenido un día largo y farragoso en la oficina. Quería desconectar. Por eso, se enfundó el corsé de cuero negro, un tanga minúsculo rojo, unas medias de rejilla hasta medio muslo y los zapatos rojos, con tacón de aguja. Se puso encima un vestido rojo, falda con vuelo, justo por debajo de la goma de las medias. Tomó un bolso y se fue para el club, necesitaba beber.

Una vez dentro del club fue a los vestuarios para dejar el vestido en una taquilla, y repasarse los labios con un carmín marrón...

En la piscina (1)

Ángela va a la piscina y habla con el creído.

Finalmente pude ver los frutos de mi dieta. Este año dejé el bañador en el cajón y me coloqué un bikini naranja para bajar a la piscina. Pese a los kilos perdidos, mi pecho continuaba siendo una 95 y, gracias a mis 25 años, aún llevaban la contraria a Newton.

No imaginaba que se convertiría en algo para recordar. Bajé, como acostumbraba, a nadar un rato. Siempre me ha gustado la natación e iba cuando podía.

Después de los largos de rigor me fui a la toalla, sintiendo cómo el suave aire ponía...

En una playa nudista y sus alrededores

Angélica paseando llega a una playa donde encuentra un compañero de trabajo. Es allí donde descubre una nueva forma de pensar.

Esa calurosa mañana Angélica andaba por el paseo marítimo, alejándose cada vez más de la ciudad. Al llevar unos pantalones cortos y un top de palabra de honor no se había de preocupar de que le quedaran marcas. No le prestaba atención a los comentarios que escuchaba casi de forma continua.

—Buenos días, Angi.

Escuchó que decía una voz des del aparcamiento. Se giró y vio al creído de la oficina, la torre. Era muy alto, ella a su lado se consideraba una enana de 176 cm, tenía una cara bonita,...

Gracias Amo

Cierra la saga. Angélica ve de otra forma el chupetón prometido.

Angélica estaba mejor, al no tener las tres pinzas malditas. Las de los pechos le molestaban, pero no le provocaban dolor. Le fastidiaba no ver. Distinguió los pasos de Amo que se acercaban, acompañado de otro, Jaime pensó. Inspiró fuerte y se preparó para la tormenta.

—Al que nombras cucaracha te hará un chupeton aquí. —Señaalo entre dos pinzas del lado izquierdo.

—No, para. Hágamelo usted.

—Yo estaré ocupado. —Le introdujo la polla de golpe.

Angélica empezó a gritar de plac...

Ya no quiero ese regalo, Amo

Angélica descubre que su insecto tiene carácter.

Ella se fue cuando le apeteció a la cama, pero antes dejó una manta en el suelo al lado del sofá para que durmiera Jaime. A las 7:30 del sábado el teléfono de Jaime empezó a sonar. Lo contestó sin mirar quién llamaba.

—¿Si? —digo entre bostezos.

—cornudo, ¿ayer disfrutaste?

—Sí Amo.

—Pues en 30 minutos llamaré a la puerta y quiero que laica tenga el pecho, los pezones y clítoris pinzados. Este atada en la cama y luego la masturbes. Tú no puedes hablar. Adiós.

Jaime se...

Gracias por el juguete, Amo

Angélica le perfora el culo a su pareja. También hay mamadas, manda ella.

Gracias, Amo. Por mi nuevo juguete. ¿Tengo que parar en amarillo?

Angélica miraba el trasero de Jaime con ese plug y lo llamó. Le hizo que le diera la espalda y empezó a girarlo.

Jaime hacía muecas de dolor con cada giro, ella tenía una sonrisa en el rostro. Se lo quitó de golpe, él gritó y Amo rio. Ella sabía que le había hecho daño, y no se sentía culpable. Al sacarle el plug lo vio sucio y lo hizo volverse a girar. Le indicó que lo lamiera hasta que estuviera limpio, y luego lo dirigi...

Sí, Amo III

Último de la saga, en este Amo le propone un reto a laica, si lo supera tendrá placer.

Todo y haber vaciado, Amo le seguía bombeando.

—Tienes un buen culo, zorra. Acostumbrada a hacerte lavativas, así no se me ensuciarás. Me gusta que mis perras me la chupen luego de correrme.

Angélica empezó a temblar, no quería que la primera vez que le hiciesen un culo-boca fuera con mierda incluida. Jaime al oírlo puso cara de superioridad, creía que no iba a pringar. Amo le acarició la nalga a Angélica y acercó la boca a la oreja para empezar a darle suaves nórdicos.

—Hoy sería un...

Sí, Amo II

Angélica se entrega por completo. Uno de los temas es sexo anal.

Angélica se derretía, hacía años que no gozaba de unos orgasmos tan intensos. Había perdido la cuenta. Cuando notó que en el interior de su coño había una explosión de semen.

—Ya tengo nombre, Laica. ¿Sabes cómo bajar o pido ayuda?

Ella negó con la cabeza, mientras sucedía esto no paraba de tocarle el clítoris, unas veces con suavidad, otras haciéndole daño. Él cogió el teléfono y llamó.

—Hola, cornudo. Laica tiene un problema y te necesita… Adiós —dijo antes de colgar el teléfono—....

Sí, Amo

Angélica es una mujer que al volver a su casa luego del día de trabajo, se encuentra a su pareja sin pantalones y acompañado por otro hombre

Angélica se maldecía, había tenido un difícil día de trabajo y esperaba encontrarse a Jaime en casa. Quería emoción, deseaba que la follaran bien, aunque solo fuera una vez. Estaba harta del misionero, quería chupársela y dejarlo seco, deseaba sexo anal, a sus treinta años aún era una gruta virgen. Quería que él la controlara, estaba harta de llevar la iniciativa y recibir noes.

Era alta, pasaba del metro setenta y con los tacones que solía utilizar pasaba el metro ochenta. Tenía cuerpo de gimnasio,...

Ascensor

Dos compañeros de trabajo que van juntos en un ascensor

Observando el calendario de la pared del fondo se podía ver que estaba tachado hasta el viernes, en la oficina no había gente. Salía luz de debajo de dos puertas, un despacho del lateral y otro del fondo, tenía la puerta ajustada. De la puerta del fondo salió un hombre alto y corpulento, tomó la dirección hacia el otro despacho donde entró sin llamar. Dentro vio a una mujer de larga melena negra y unos ojos verdes fijados en la pantalla de su ordenador.

—Para, vámonos, el lunes lo seguimos. No te preo...