Mamá, no puedo más (XIII)

Ángel se siente como un Dios con su madre y su hermana. El espectáculo de las cámaras de vigilancia no dejará de ser menos morboso ni de dejarle menos satisfecho.

-Mmm… ¿eh?... aaah… ¿qué?

-Buenos días, mi rey –dijo mi madre encima de mi cama y sacándose mis huevos de la boca-… ¿Has descansado bien tras la fiestecita de ayer?

-Ufff… sí mamá pero, ¿Qué haces?

-Chuparte los cojones cariño, ¿Qué no lo ves? Jajaja

No era raro que mi madre me despertara algunos días con una mamada, un repaso de cojones o directamente con mi dura polla (cada mañana se pone así) en medio ya de sus dos tetazas, pero me parecía raro que me quisiera descargar ese día cu...

Mamá, no puedo más (XII)

Laura, Alba y Ángel llegan a límites que no habían logrado imaginar. Una família pervertida... muy pervertida.

Después de brindar, mi hermana se levantó y empezó a caminar hacia el baño.

-¿Dónde vas? –dijo mi madre-.

-A quitarme el semen de la cara, mamá.

-De eso nada, Alba. En el sexo te limpias al terminar y con tu hermano todavía no hemos terminado. Acabamos de empezar, de hecho.

Oír hablar así a mi madre me puso a cien y mi rabo empezó a recobrar su vida.

-Joder, mamá… -exclamé-.

-¿Tengo razón o no?

-Toda, toda la razón, mamá –afirmé- pero igual a Alba le molestan los gr...

Mamá, no puedo más (XI)

Ángel es un chico afortunado: A falta de una fantasía, mejor cumplir dos.

-… Y entonces se lo eché todo en las tetas en la segunda corrida. Luego nos metimos mano en la ducha y cada uno a dormir a su cama –le conté a mi madre terminando de explicar la noche con mi hermana Alba mientras ella, ya desnuda del todo, me hacía una paja encima de mi cama-.

-…Ufff Ángel, mi cielo, qué bien te lo has debido pasar, mmm…

-Ya lo creo mamá, un morbo que ufff… impresionante. ¿Y sabes qué? ¡Es virgen por el culo!

-Vaya, ¡no me digas!... ¿y no se lo quisiste petar, cielo?

...

Mamá, no puedo más (X)

Los dos hermanos, Ángel y Alba, se encuentran a solas en el salón. Su madre los había citado para follar, pero Alba no lo tenía claro...

Ahí estaba mi hermana, entrando reluciente por la puerta del salón. Me miró, ruborizada. La miré, nervioso. Ambos sabíamos lo que iba a pasar. Era extraño, muy raro. No era fruto de una seducción, tampoco de un arrebato. Lo que iba a suceder estaba planeado, premeditado… y por alguien que no éramos ninguno de los dos. Miré a Alba a la cara. No se la veía nada cómoda.

-¿Estás bien? –pregunté-.

-Bueno… no, la verdad no. Me cuesta asimilar que te estés follando a mamá…-dejó en el aire-.

-Ya…...

Mamá, no puedo más (IX)

Ángel confiesa a su madre el morbo que le da su hermana. Laura le mostrará a su hijo una cara hasta ahora desconocida.

Ya se sabe lo que dicen: ‘si algo se te da bien, no lo hagas gratis’

-…Tres mil, tres mil cien y tres mil doscientos –dijo mi madre acabando de contar billetes-.

-¡Joder, mamá! ¿Eso en 20 días?

-No está nada mal, ¿eh?

-Espectacular. ¿Has pensado ya el momento para decírselo a Miguel? –pregunté-

-Antes quiero asegurar del todo que no es una simple buena racha y me quiero asegurar unos cuantos clientes fijos de los que son altos cargos empresariales. Cuando este tren de vida sea...

Mamá, no puedo más (VIII)

Reparar el desperfecto del piso no va a salir barato y Ángel convence a su madre para poner toda la carne -nunca más bien dicho- en el asador por el bien de su família.

-Ya… ¿y me dice que no entraba en las condiciones? Bueno, envíe usted al del peritaje y que lo revise en condiciones. No me fío de un operario.. ¿Sí? De acuerdo, gracias.

-Mamá, ¿quién era?

-¡Aaag! –dijo mi madre lanzando el teléfono sobre el sofá con mala leche- el del puto seguro del piso, que la filtración de agua no lo cubre –y se sentó en el mismo sofá a medio tumbarse, cansada de todo el día-.

-¿Perdón? ¿Cómo que no lo cubre? Si papá precisamente pobres no nos dejó. Debería tener la...

Mamá, no puedo más (VII)

Ángel descubre que Alba y Miguel no son los únicos que tienen llave de la casa mientras su madre sigue atendiéndole con total entrega

Llegó la noche y, con ella, uno de los momentos más temidos por mamá y por mí, la vuelta de Alba a casa para cenar. ¿Sería ella la del portazo? ¿Fue la pequeña de la casa quién descubrió a madre e hijo follando a lo bestia? ¿Vendría a casa si así fue? Mi madre y yo estábamos muy inquietos y nerviosos. Si era ella, ¿Qué le íbamos a decir? Sin más, se oyó el girar de las llaves en la puerta. Mamá y yo nos miramos y ella cerró dos segundos los ojos como pensando ‘que sea lo que Dios quera’.

-¡Ya estoy en...

Mamá, no puedo más (VI)

Madre e hijo desatan su pasión incestuosa hasta que un buen día...

-mmm… ¿Eh? ¿Qué? –pensé para mis adentros mientras todavía me estaba despertando-… ma… ¿Mamá?

-Buenos días, mi vida –dijo mi madre sacándose por un instante mi polla de su boca-.

Estaba en la cama de mi habitación, como cada mañana, pero esa sensación en el rabo me acababa de despertar. ¡Joder, no lo esperaba!

-Mamá y … ¿Alba? –dije preocupada por si nos pillaba-.

-Tranquilo mi niño, tu hermana se fue hace 10 minutos al instituto –comentó sonriendo-.

-¡Aaah! –exclamé de gusto y...

Mamá, no puedo más (V)

La mentira de Laura es descubierta por su hijo. Es hora de recibir una lección, pero... ¿quién se la dará a quién?

-¿Y ese banquete en la mesa, mamá? –preguntó mi hermana sorprendida-.

Ambos habíamos vuelto juntos a casa para cenar después de ir al teatro con unas entradas que ya estaban reservadas y compradas antes de la noticia de la ruina familiar.

-Ay, chicos… ¡vamos a celebrar una gran noticia! –dijo mi madre de pie y sonriendo delante de una imponente mesa del comedor con todo lujo de comida, vino y la mejor cubertería de la casa-.

-¿Qué noticia? –pregunté yo-.

-Anda venga no es quedéis de...

Mamá, no puedo más (IV)

Nuestro protagonista descubre una faceta sorprendente de su madre

No se cómo no me dio un infarto en ese mismo momento o como no pegué un gran grito de horror. No me lo podía creer. Eso, sencillamente, no podía estar pasando. Me retiré del marco de la puerta dos segundos para inspirar aire. Mis pulmones parecían cerrarse. Lo que acababa de ver no podía ser. Es que no podía ser! Retrocedí hasta mi habitación (está antes que el salón) y dejé todas mis cosas de la universidad encima de la cama. No sabía si volver al salón, pero ahora la curiosidad me podía más que otra cosa....