La Sorpresa

Microrrelato. Dedicado a un cornudo de Barcelona

Sorpresa

  • Puedes tirártele –le digo- Es una zorra.

Tu mujer me mira desconcertada. No le conoce, pero nota que entre él y yo hay confianza, la suficiente desde luego  como para cederle un coñito tan precioso. Un coñito que ni siquiera es del todo mío.

  • Su marido me la presta cada vez que vengo a Barcelona. Primero me la viste, me la calza y, a veces, hasta me la trae al hotel. Como hoy.

  • Pues tiene buen gusto el cornudo… -tu mujer cruza las piernas. Casi aprieta u...

Amo a Laura (pero esperaré hasta el matrimonio)

Un video-clip de un minuto y cincuenta y tres segundos que es toda una provocación.

AMO A LAURA (PERO ESPERARÉ HASTA EL MATRIMONIO)

Querido amigo:

¿Por dónde empezar? ¿Cómo explicarte que la culpa es más tuya que de Laura? Si, imagino tu cara de sorpresa, pero no exagero un pelo. Era demasiado tentador. Te cuento:

La primera vez que os vi, ni me fijé en ella -lo reconozco-. No me resultó ni fea, ni guapa; ni alta ni baja; ni gorda, ni delgada. Coincidirás conmigo que su forma de vestir -la vuestra en general- es una especie de "bromuro textil" que sólo puede ser exci...

Mi casa

¿Erótica?

Mi Casa

Aquí tu voz nunca ha sonado

Nunca has dicho "Te quiero"

ni has dejado caer tu mirada en las cosas.

Aquí nada se sabe de tu cuerpo desnudo.

Ni sábanas ni sombras te han rozado

ni tu perfil fugaz se mueve en los espejos.

Aquí sólo se sabe de mi vagar sombrío,

del vuelo hacia otros mares de pájaros errantes,

del pálido amarillo del sol en las ventanas.

Aquí la vida pasa: sabida, azul y previsible,

con un regusto amargo a periódicos viej...

Sandra: Lecciones de Ortografía

La historia de siempre. Como un anuncio de contactos: “Ejecutivo ambicioso busca rollo duro con administrativa jovencita y viciosa”.

Sandra: Lecciones de Ortografía

(Hay errores que no deben perdonarse, ni sensaciones que puedan olvidarse)

Primera Parte: El Garaje

Le había echado el ojo desde el primer día -de esto hace… cinco meses-: Allí, con su blusa blanca, sentadita, con las piernas cruzadas. Parecía una chica modosita…, Pero, no sé, quizás fuera su mirada. Toda ella destilaba sexo. Ni siquiera me fijé en el resto de candidatas. Al fin y al cabo, uno de los privilegios de mi cargo es el de poder elegir m...