La Sorpresa
Microrrelato. Dedicado a un cornudo de Barcelona
Sorpresa
- Puedes tirártele le digo- Es una zorra.
Tu mujer me mira desconcertada. No le conoce, pero nota que entre él y yo hay confianza, la suficiente desde luego como para cederle un coñito tan precioso. Un coñito que ni siquiera es del todo mío.
Su marido me la presta cada vez que vengo a Barcelona. Primero me la viste, me la calza y, a veces, hasta me la trae al hotel. Como hoy.
Pues tiene buen gusto el cornudo -tu mujer cruza las piernas. Casi aprieta u...