El olor de papá (6)

Papá y yo en casa como animales. Lefa, pelos, amor incestuoso y el misterio de los calzoncillos desaparecidos.

He dado muchas vueltas al significado del orden de los pasos que papá dio aquella tarde en la que, de pronto, dejamos de ser el padre y el hijo de siempre y nos convertimos en lo que somos ahora. Al hacerlo, pienso también en los sentimientos reprimidos en el seno de tantas familias y me invade la frustración y la lástima porque conozco la angustia y el ansia de ver pasar los años consumido por el deseo que no se puede expresar. He aprendido a reconocer esos rasgos en los rostros de otras personas, y es muy...

El olor de papá (5)

Papá y yo en plan parejita por las calles de Sevilla. Pero al llegar a casa cambian las cosas.

Todavía nos quedaba casi toda la tarde del viernes 12 por delante pero ya no me cabía ninguna duda de que mi padre había empezado un juego. El paseo en coche de caballos no había sido una inspiración momentánea sino parte de un plan para pasar el resto del día como una pareja de novios. Obedecí a mi padre, por supuesto y posé para las fotos.

Muchas veces, cuando quiero hacerme una paja, miro esas dos fotos que nos hizo el cochero e intento entender qué estaba sintiendo papá en ese momento. Pienso en su...

El olor de papá (4)

Leche de padre, leche de hijo y un paseo por Sevilla. Continuación de la historia con papá.

Y así fue como me vi, en algún momento de la noche previa a la Fiesta Nacional del 12 de octubre, en la cama de mi habitación de adolescente, con media cara cubierta por la corrida de mi padre, que cerró la puerta y desapareció sigilosamente, tal y como había entrado.

Empecé a gemir de excitación y a revolverme, agitado de puro deseo salvaje. Me sentía como un animal marcado, dominado, y el calor y la viscosidad del semen de mi padre en mi piel eran las sensacionales más brutales que había experimentado...

El olor de papá (3)

Papá en la bañera. Slips y una raja del culo que me vuelve loco.

Como sabéis muy bien los afortunados incestuosos, follar con un hijo o un padre nunca es un asunto fácil. Hay barreras reales y dinámicas familiares que obligan a extremar la precaución en los encuentros. Padres e hijos se ven condenados a darse por el culo en garajes o trasteros, en vestuarios o en áreas de descanso. Las mamadas, furtivas, tienen que ser en baños o en pasillos, muy rápidas, nerviosas. Siempre parece haber demasiada gente en casa.

Pero existe, además, el peligro real de destruir la fami...

El olor de papá (2)

Mi padre y yo solos en casa. Una llamada de teléfono, mucha confusión y mi padre en calzoncillos.

Mi padre estaba esperándome en la estación. Estaba guapo. A lo mejor esperabais que lo dijera, pero mi padre no es un hombre guapo según los criterios habituales. Tiene la cara ancha y rasgos algo toscos, y no llama la atención a primera vista, pero tiene un cuerpo fuerte, el culo grande, un poco de barriga y es peludo. En fotos no se diría que tiene demasiado atractivo, pero se mueve con gracia y morbo, y se le ilumina la cara cuando sonríe. Sé que no es solo cosa mía. He visto muchas veces cómo otros homb...

El olor de papá (1)

Mi padre y yo, y los placeres del incesto. Historia de una obsesión y del regreso a la casa familiar. Introducción.

Creo que he pensado más en el amor entre padres e hijos que en ninguna otra idea a lo largo de mi vida. Por supuesto, no me refiero a un amor socialmente aceptado, público, que se exhibe con orgullo y sobre el que se construyen las familias sino a un amor que confunde, que turba, que se oculta, que se intenta negar. Me refiero a esos padres que sienten un latigazo de excitación cuando ven a sus hijos quitarse la camiseta en la playa y correr hacia el agua, y a esos hijos que se pegan mucho a sus padres cuan...