En la biblioteca.
La verdad que me apetecía mucho follarme a aquel pedazo de tío. Tenía un culito acorde con su cuerpo atlético... agarré su polla con mi mano y busqué la entrada de mi culo para colocarla. Una vez así solo tuve que ir sentándome sobre sus muslos para que fuera entrando poco a poco...
Esto me paso en una biblioteca en las afueras de Barcelona. Yo estaba tranquilamente trabajando en mis cosas cuando de repente entró un tío que no conocía, aunque ya le había echado el ojo antes. Cada vez que lo veía se me ponía dura la polla de lo bueno que estaba. Ese día iba vestido con pantalones de chándal apretaditos y una camiseta manga corta, como si acabara de venir del gym. Llevé mi mano a la entrepierna para colocármela porque el tío estaba para follárselo ahí mismo se sentó dos mesas más lejos...