Javier y yo ( segunda parte)
Había llegado ese momento en el que Javier y yo ya habíamos dado rienda a suelta a nuestra pasión.
Javier y yo estabamos desnudos uno frente al otro, y yo no podía dejar de mirar su polla, relajada, bien depilada y de buen tamaño. Javier se dio cuenta rapidamente y me dijo: "¿Te gusta?; es para ti", le respondi que si e inmediatamente la agarre con mi mano derecha, mientras que Javier me agarraba de mis nalgas y me beso. Nuestras lenguas se entrelazaban en un beso de película. Una vez terminado el beso, me lleve a Javier fuera del baño, a mi cuarto y nos pusimos enfrente del espejo del armario, un espejo...